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Lunes, 11 de diciembre 2017, 17:36
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El comité y la dirección de Solvay han vuelto a reunirse hoy, peor aunque han acercado posturas en cuanto a las indemnizaciones para los trabajadores afectados por el ajuste de plantilla no se ha cerrado un acuerdo aún un acuerdo. Esperan, sin embargo, que esté listo para finales de año, según ha indicado el presidente del comité, Roberto García (UGT), quien ha insistido en que el número de trabajadores afectados será 52 «como máximo». Empresa y trabajadores también están pendientes de la oferta que haga la portuguesa CUF, que va a construir la nueva planta de cloro en terrenos de Solvay, y que podría asumir a alguno empleado de la factoría de Barreda, aunque no se sabrá hasta enero. Hasta ahora se había hablado de cinco.
Es precisamente la construcción de la nueva planta de cloro por la portuguesa, lo que ha provocado en parte este excedente de plantilla, ya que Solvay ha cerrado la suya y solo 39 operarios han pasado a la planta de carbonato.
Hasta ahora se ha mantenido que el grueso de las bajas se hará a través de prejubilaciones de forma que durante el proceso de ajuste causen baja todos los trabajadores que superen o cumplan 59 años durante el año 2018 y 2019. La plantilla resultante tras la reestructuración quedará fijada, de llevarse a cabo los planes de la empresa, en 336 trabajadores.
En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité, Roberto García (UGT), ha confiado en poder tener cerrado el acuerdo con la dirección de Solvay «para fin de año». El ajuste afectará a los trabajadores nacidos antes del 31 de diciembre de 1960 y se realizará a través de despidos objetivos individuales. Durante la reunión de este lunes se ha avanzado en la definición de los conceptos a incluir en las indemnizaciones, que serán por anualidades y dependerán de la edad y del sueldo de los trabajadores que causen baja.
«Hay acercamiento, no estamos tan lejos», ha señalado el presidente del comité, quien se ha mostrado convencido de que «llegaremos a un entendimiento».
Según ha explicado, la empresa se mantiene en la idea de realizar el ajuste a través de despidos objetivos individuales y UGT y CCOO, que son mayoría en el comité, también «van por esa línea», ya que con un expediente de regulación de empleo, como pide USO, estarían «encorsetados por los plazos». USO ha insistido desde el inicio en que que la reestructuración y el ajuste de plantilla se debe negociar en el marco de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de carácter colectivo y no a través de despidos individuales. En este sentido, ha fijado como «línea roja que el ajuste de plantilla se realice sobre la voluntariedad en la aceptación de la oferta de bajas que finalmente realice la empresa». USO también hace hincapié en la necesidad de un plan industrial para la fábrica con la implicación del Gobierno regional, como una vía para asegurar el futuro de la fábrica. Según ha señalado en declaraciones a Europa Press el portavoz de USO, José Vía, la empresa «ha abierto una ventana» a las bajas voluntarias indemnizadas de trabajadores menores de 59 años, con lo que ya no serían despidos forzosos y los trabajadores mayores de 59 años que no quieran prejubilarse serían recolocados en puestos ahora ocupados por empleados de contratas o subcontratas.
La próxima reunión será el jueves de la próxima semana, 21 de diciembre.
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