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Mar Flores
«Cerrado por vacaciones»

«Cerrado por vacaciones»

Así está el corazón de Mar Flores, según ella. Lequio avisa: «No hay que creerla nunca»

PPLL

Jueves, 21 de julio 2016, 09:17

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A algunos la separación de Mar Flores y Javier Merino les empieza a resultar igual de misteriosa que esos diez votos fantasmas que le han caído al PP del cielo como el maná. Flores y Merino teóricamente han roto su relación, pero en lugar de poner tierra de por medio se han ido a veranear a la misma isla, Ibiza, que con sus 60 kilómetros de largo por 20 de ancho se recorre en una hora de coche (dos de barco) y constituye un escueto territorio en el que es casi imposible no coincidir o cruzarse; sobre todo si eres rico y famoso y te mueves en ese exclusivo ambiente. Explica Mar Flores que esta especie de 'orden de acercamiento' entre ella y su ex es por sus hijos, para que tengan a mano a sus dos progenitores. Por esa misma razón algunas parejas siguen bajo el mismo techo.

Otro ingrediente que añadir al suspense es que quien tomó la decisión de separarse, Merino, ahora declara no tener la menor intención de presentar una demanda de divorcio. Tras 18 años de matrimonio y cuatro hijos en común, su separación ha quedado plasmada en un documento privado y ahí piensan dejarla de momento. A este paso, este va a ser el primer 'cese temporal de la convivencia' que de verdad sea literal y no un eufemismo, como el que utilizaron los abogados de la infanta Elena para encubrir su intención de divorciarse, con todas las de la ley, de Marichalar. Y es que hay quien sospecha que lo de Mar y Javier es un amago de ruptura por pura estrategia financiera. Merino, un empresario de la noche (que siempre es oscura), ha figurado en las listas de morosos con Hacienda y aunque ha sido absuelto de dos delitos fiscales, está pendiente de otro juicio por corrupción urbanística que podría dejar sus ingresos más tocados que la hucha de las pensiones.

Sin embargo, no es el 'mardito parné' la razón que ellos esgrimen. El principal argumento que cimenta su ruptura es que «la convivencia no funcionaba», según han declarado los dos. Vamos, que discutían a todas horas, ¿no? Pues tampoco. «Que no funcione la convivencia no quiere decir que nos llevemos mal», matiza el empresario. Decididos a hacer funcionar la máquina de humo, Flores & Merino han conseguido que en su separación haya ahora mismo más niebla que en un concierto de Britney Spears...

Porque de terceras personas ni hablamos. Él nunca ha sido la alegría de la huerta para la cosa del ligue. Y ella, que sí, afirma que ahora mismo tiene el corazón «Cerrado por vacaciones». Tratándose de Mar Flores, un bellezón de 47 años casi con tanto 'je ne sais quoi' como la irresistible Isabel Preysler, es de esperar que haya más de uno y más de tres deseando con ansia viva que esta mujer vuelva al mercado... Pero entre ellos no figura Eduardo Velasco. A él que le registren. El abogado que invitó a la exmodelo recientemente a su yate y acabó siendo su pareja de portada en 'Diez Minutos' está enfadadísimo por el malentendido. «Yo no juego en esa liga», ha declarado (sin especificar a qué tipo de ligas se refiere). Y la propia Flores ha aclarado que Velasco es amigo de Javier y que en el yate iba también su novia (peor me lo pone).

«A Mar Flores no hay que creerla nunca», clama desde su atalaya mediática un hombre de credibilidad tan sólida e intachable como Alessandro Lequio. Su advertencia solo viene a demostrar que no la ha olvidado y que sigue sangrando por la herida... ¿Qué tendrá ella qué tendrá... aparte de un tipazo espectacular armoniosamente repartido por su 1,80 de estatura? El corazón de Mar Flores puede que esté 'Cerrado por vacaciones'. Pero las vacaciones pasan y lo que viene después es: 'Próxima apertura'.

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