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Protesta de profesores de Oklahoma. AFP
Ser maestro en Oklahoma: él necesita tres empleos, ella come en una olla popular

Ser maestro en Oklahoma: él necesita tres empleos, ella come en una olla popular

Los maestros denuncian que eliminaron el 28% del presupuesto de la enseñanza en diez años

COLPISA / AFP

Oklahoma (Estados Unidos)

Sábado, 7 de abril 2018, 01:27

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Para poder mantener a sus dos hijos, a Scott Teel no le basta con ser profesor de historia en una escuela de Oklahoma. También es entrenador deportivo y agente inmobiliario.

La suerte es otra para Jennifer Thornton, quien fue operada del cerebro hace dos años, es obesa y sufre de fibromialgia. Dada su mala salud, no tiene la posibilidad de acumular tanto trabajo. Para comer, muchas veces va con su hijo adolescente a la olla popular. En el camino se cruza con profesores o alumnos de su escuela, ubicada en un barrio de contexto pobre. «Es un trago amargo. Te quita mucha dignidad», admite con lágrimas en los ojos.

Teel y Thornton forman parte de los miles de maestros de Oklahoma, estado rural y petrolero del centro de Estados Unidos, que protestan desde el lunes ante el parlamento local por sus bajos salarios y la escandalosa falta de medios para las deterioradas escuelas públicas.

Thornton vive en Tulsa, a dos horas de la ciudad de Oklahoma. Con su salario mensual de 1.952 dólares netos logra pagar el alquiler, la electricidad, la seguridad médica, internet y gasolina, pero prácticamente no le queda dinero para comer. «Cada mañana, me voy de casa a las 06:00, llego a mi clase a las 06:45, y los niños entran a las 07:25». En general, después de su jornada de 15 horas participa de los consejos de clase o de reuniones sindicales. Llega a casa para cenar con su hijo. «Nos fijamos si hay algo en la heladera o en la alacena, cuánto hay en mi billetera o en la de él, o si tenemos que pedirle a mi madre. Muchas veces terminamos comiendo un menú de 1 dólar en McDonald's», cuenta.

Cuando le preguntamos si se arrepiente de haber elegido esta carrera, Thornton se desmorona. A los cinco años ya sabía que quería trabajar de maestra, asegura. «Me gusta mi trabajo, soy buena en esto, volvería a tomar esta decisión por mí, pero jamás por mi hijo». «Nunca tiene regalos de cumpleaños o de Navidad» y jamás hubiese podido hacer deportes u otras actividades sin la ayuda económica de sus familiares.

En sollozos, lamenta que su hijo haya tenido que vivir el «llegar a casa y encontrar una nota de expulsión o la electricidad cortada». «Trabajo duro. Hago lo que me habían dicho de hacer, fui a la universidad, obtuve diplomas». Para ella, la falta de presupuesto para la enseñanza pública no solo es un problema en Oklahoma. «Sé que en todo el país los maestros trabajan demasiado, son mal pagados y poco respetados», afirma.

En Arizona y Kentucky, miles de profesores protestan contra sus condiciones de trabajo y salario, motivados también por el éxito de un movimiento similar en Virginia Occidental. En Oklahoma, los legisladores «eliminaron el 28% del presupuesto de la enseñanza en diez años» y han hemos recibido 40% más de alumnos en las escuelas públicas, explica Teel, de 46 años. En su clase con 36 pupitres, prefabricada y con pintura descascarada, muestra los deteriorados manuales de historia con los que trabajan. Ya tienen 10 años de uso.

No tiene presupuesto para hacer fotocopias. En general debe sacar dinero de su bolsillo o pedir ayuda a los padres de alumnos para comprar materiales. La escuela donde trabaja, Moore High School, es sin embargo una de las 10 mejores de Oklahoma, asegura.

Su jornada laboral arranca a la 07:45 en la escuela, donde da clases hasta las 15:00. Luego, se encarga de los entrenamientos deportivos en el campus, por lo que en periodos de competencia llega a su casa a las 21:30. Con un máster en educación y 25 años de experiencia, gana 3.500 dólares por mes. En la noche, el fin de semana y durante las vacaciones también trabaja entre 10 y 12 horas por semana. Busca clientes inmobiliarios o coordina visitas a viviendas.

A veces se desmotiva, pero hace este trabajo «por la relación con los alumnos». Sabe que podría ganar 15.000 dólares más si se mudara a Texas, pero le prometió a su hijo mayor que se quedarían en Oklahoma hasta que termine la secundaria.

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