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Un jubilado con gesto apesadumbrado descansa en una calle del centro de Atenas
Los jubilados griegos vuelven a pagar el pato

Los jubilados griegos vuelven a pagar el pato

Tras once recortes sucesivos desde 2010, el gobierno de Tsipras ha aprobado un nuevo paquete de reformas que prevé recaudar 5.400 millones de euros reduciendo gasto público y aumentando impuestos

ADOLFO LORENTE| darío menor

Martes, 10 de mayo 2016, 19:51

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Los pensionistas griegos se han convertido en el cajero automático con el que los Gobiernos tratan de cuadrar las cuentas. Tras once recortes sucesivos desde que la crisis asomó las orejas en 2010, el domingo por la noche les cayó un ulterior ajuste con la aprobación en el Parlamento del nuevo paquete de reformas exigido por los acreedores al Gobierno de Alexis Tsipras.

El último tijeretazo, que prevé conseguir 5.400 millones de euros con la reducción del gasto público y el aumento de los impuestos, tuvo escasa contestación en las calles. Unas 26.000 personas participaron en las manifestaciones de protesta en Atenas y Tesalónica, una cifra alejada de anteriores convocatorias contra los recortes, aunque se registraron los habituales incidentes en la plaza Syntagma, frente al Parlamento. La baja afluencia refleja el cansancio con el que buena parte de los ciudadanos helenos reaccionan al purgatorio en que se ha convertido la travesía de su país desde que estalló la crisis.

Última andanada

  • -Pensiones. La reforma recorta las jubilaciones más elevadas, el aumento de las cotizaciones e instaura una jubilación nacional de 384 euros para quienes hayan trabajado durante 20 años.

  • -Seguridad Social. Fija la cotización en el 20% del ingreso neto mensual (el 13,3% a cargo de los empleadores y el 6,7%, de los trabajadores). Los autónomos ya no podrán contribuir por sus percepciones nominales, sino por las reales.

Tsipras se la jugaba con la votación de este último paquete de reformas. No las tenía todas consigo, pues la coalición que lidera, integrada por la formación izquierdista Syriza y la derechista Anel, sólo cuenta con una exigua mayoría de tres escaños en la Cámara. Al final pasó la moción por 153 votos a favor de los 296 diputados presentes. Una defección dentro de la filas de Syriza, con la que se especuló durante las últimas semanas, habría dejado al Gobierno al borde del desastre.

Reforzado tras superar el examen, Tsipras pudo seguir con cierto alivio la cumbre de ayer del Eurogrupo, en la que se debatió la reestructuración de la deuda griega, aunque se postergó hasta el día 24 la decisión de cómo revisar el tercer rescate. El primer ministro destacó la importancia de esta cita para crear un «nuevo clima» en la economía de su país que permita salir del ·círculo vicioso"

Grecia convence al eurogrupo

Quizá no haya mejor definición de lo que ahora es Europa que lo vivido ayer por la tarde en Bruselas. Las instituciones comunitarias estaban cerradas por celebración porque ayer, precisamente, era su día, el Día de Europa. Pero no, no todas cerraron. Abrió el Justus Lipsius, la sede del Consejo, y lo hizo para celebrar una reunión extraordinaria de los ministros de Finanzas del euro (Eurogrupo) sobre la situación de Grecia y su secular crisis económica.

No era a vida o muerte, como evidenciaron las conclusiones de la cita. El tiempo apremia (hay que pagar al BCE en julio 2.300 millones) pero no ahoga. Ya no existe el drama del año pasado, cuando el euro estuvo a punto de saltar por los aires, pero las complicaciones siguen estando encima de la mesa. Lo estuvieron, lo están y lo estarán. Es el sino de Grecia, pero también de Europa. De una UE sumida en una crisis de dimensiones estratosféricas con retos como los refugiados o la posible salida de Reino Unido (Brexit). Éste es el mejor aliado de Grecia.

Ya hay demasiados problemas y nadie en Bruselas quiere resucitar la tragedia helena. Más pronto que tarde, habrá acuerdo. Y si no, escuchen: «Este año no tendremos otra gran crisis griega», subrayó el ministro alemán, Wolfgang Schauble, el halcón de los halcones.

¿Qué es lo que ahora está en juego? La implantación del tercer rescate suscrito el pasado julio por 86.000 millones. Una vez firmado, se produjo un primer desembolso de 23.000 millones para afrontar a las necesidades más urgentes. Sin embargo, desde entonces, todo sigue encallado.

El siguiente tramo de ayuda, de 5.200 millones, continúa congelado a la espera de que Atenas y los acreedores se pongan de acuerdo sobre qué reformas deben aprobarse antes de volver a enviar dinero a Grecia. Ayer se acercaron posturas para cerrar con éxito la eterna primera revisión técnica, pero falta el último empujón. La próxima y quizá definitiva bala se gastará el día 24, como aseguró nada más llegar el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

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