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Mazda CX-5, el listón cada vez a mayor altura

Mazda CX-5, el listón cada vez a mayor altura

Destaca el nuevo diseño, con mejor calidad percibida y avanzados sistemas de seguridad activa y ayuda a la conducción

manu cortés

Viernes, 2 de junio 2017, 23:55

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La filosofía de diseño centrada en el usuario y la funcionalidad no solo le han valido al Mazda CX-5 elogios por su estilo dinámico, su respuesta y su dinámica de conducción. También han sido la clave para que este modelo haya crecido hasta concentrar más del 40 % de las ventas anuales de toda la gama de la marca japonesa en España.

Tres elementos constituyen los pilares de diseño del nuevo CX-5: carrocería evolucionada, formas más elegantes y ajustes y acabados sobresalientes. Los precios parten desde los 26.600 euros de la versión con motor gasolina de 165 caballos, mientras que el CX-5 con propulsor diésel de 150 caballos tiene un precio de salida de 28.850 euros.

Con una carrocería de 4,55 metros de largo, 1,84 m de ancho y 1,68 m de alto, el nuevo CX-5 es ahora 10 mm más largo y 35 mm más bajo que su predecesor. La distancia entre ejes se mantiene en 2,70 metros. Los anchos de vía delantero y trasero, de 1.595 mm, son ligeramente mayores que antes, y los neumáticos están situados lo más cerca posible de las esquinas de la carrocería.

Visto de perfil, la línea de cintura del nuevo Mazda CX-5 es ligeramente más baja. La amplia superficie acristalada lateral resulta más llamativa gracias al empleo de pilares en negro y a un nuevo diseño de los espejos retrovisores. Además, como consecuencia de estas medidas, el coeficiente aerodinámico del nuevo CX-5 se ha reducido en torno a un 6% en comparación con el modelo anterior.

Como novedad en la marca se ha incorporado un portón trasero eléctrico (de serie en el acabado Zenith), con mandos de apertura y cierre en el propio portón y en el panel de controles del conductor. También se maneja desde el mando a distancia, que permite asimismo definir el grado de apertura del portón. La capacidad de carga ha crecido hasta 506 litros.

El nuevo Mazda CX-5 ofrece un puesto de conducción con una muy buena ergonomía y un habitáculo espacioso y de gran calidad, con una especial atención por los detalles que se aprecia en la selección de materiales y en el ajuste y los acabados de los componentes. Se han revisado a fondo los asientos delanteros y traseros, de modo que ahora ofrecen una mejor sujeción y más confort.

2.0 Gasolina / 2.2 Diésel

Motor: 4 en línea

Cilindrada: 1.998 cm3 / 2.191 cm3

Potencia: 165 caballos / 150 caballos

Velocidad: 201 km/h. / 204 km/h.

0 a 100: 10,4 segundos / 9,4 segundos

Consumo: Desde 6,4 litros / Desde 5 litros.

Tracción: Total o Delantera

Cambios: Automático de 6 velocidades. Manual de 6 velocidades

Longitud: 4,55 m.

Altura. 1,68 m.

Anchura: 1,84 m.

Maletero: 477 litros

Precio: 26.600 euros / 28.850 euros

La nueva pantalla central de 7 pulgadas (de serie en toda la gama) es la primera de Mazda que utiliza una conexión visual para unir el display LCD con el panel táctil, con el fin de eliminar reflejos y ofrecer una imagen más clara. Hay disponibles dos versiones de la pantalla Head Up Display: la primera, de nuevo desarrollo, proyecta la información directamente en el parabrisas, en la línea visual del conductor, donde la lectura de los datos de interés resulta más rápida e inmediata. La otra es una pantalla transparente que está situada sobre el cuadro de instrumentos. El volante, de nuevo diseño, ofrece un agarre más cómodo.

Se encuentran disponibles tres tapicerías interiores: tela negra y piel negra o blanca. También se ha hecho un especial esfuerzo para minimizar la rumorosidad en el habitáculo. En concreto, se ha reducido sensiblemente el ruido de rodadura de baja frecuencia y el nivel sonoro de alta frecuencia aerodinámico y de los neumáticos.

Las tecnologías de seguridad más avanzadas que facilitan la labor del conductor y elevan la seguridad activa al máximo nivel, equipan al nuevo Mazda. Entre estas, destacan una cámara de visión delantera que trabaja conjuntamente con un radar para gestionar elementos como el control de crucero adaptativo con función Stop and Go o a los faros led adaptativos con una nueva matriz de leds dividida en 12 módulos. Por su parte, el sistema de asistencia a la frenada en ciudad SCBS y la función de reconocimiento de señales de tráfico se encuentran disponibles por primera vez en toda la gama.

Adicionalmente, el Mazda CX-5 lleva sistema antibloqueo de frenos a las cuatro ruedas con distribución electrónica de frenado, control de estabilidad, control de tracción y asistente de arranque en pendiente. Además, cuenta con seis airbags: frontales, laterales y de cortina para todas las plazas.

La gama de motores está compuesta por el turbodiésel 2.2 litros y las unidades de gasolina de inyección directa, de 2 litros y 2,5 litros de cilindrada. Tanto las variantes con caja de cambios manual como las automáticas del propulsor de gasolina de dos litros y del turbodiésel 2.2 litros se comercializan en versión de tracción delantera o con el sistema de tracción total i-ACTIV. El propulsor de gasolina de 2.5 litros y 194 caballos de potencia solo se ofrece con transmisión automática y tracción total y ofrece un consumo medio de apenas 7,1 litros.

En cuanto al dos litros, también de gasolina, es e inyección directa, rinde una potencia de 165 caballos en su versión con tracción delantera, mientras que en el 4 x 4 se queda en 160 CV. Los consumos medios arrojan cifras en torno a 6,5 litros. La mecánica turbodiésel common-rail de 2.2 litros se ofrece en dos variantes de potencia, con 150 o 175 caballos. Destaca en ambos casos por un elevado par motor desde muy bajo régimen y unos consumos muy reducidos, cercanos a los 5,5 litros.

La tracción total inteligente i-Activ de las versiones 4 x 4 utiliza 27 sensores que monitorizan las condiciones de la carretera y las intenciones del conductor. Por ejemplo, según la temperatura exterior, la activación del limpiaparabrisas, la pendiente de la carretera, el ángulo de giro o la presión del acelerador, determina instantáneamente cómo debe repartirse la potencia entre las ruedas delanteras y traseras. El reparto de par al eje delantero puede variar entre el 1 y el 50 %, dando siempre prioridad a la tracción delantera (que favorece un menor consumo) en la mayoría de condiciones normales de conducción.

El sistema G-Vectoring Control es otra de las nuevas tecnologías del nuevo CX-5. Es un dispositivo que ajusta la entrega de par del motor para optimizar la carga que recibe cada una de las ruedas. El GVC lleva un seguimiento de la posición del volante y del acelerador cuando el coche entra en una curva. A partir de esta información, reduce momentáneamente la cantidad de par que reciben las ruedas delanteras, con lo que transfiere al eje delantero una fracción extra del peso. Con ello, incrementa el agarre de los neumáticos delanteros, lo que a su vez permite que las ruedas delanteras giren con más precisión.

Los sistemas de dirección, suspensión y frenos del chasis Skyactiv se han mejorado para aumentar la estabilidad y el confort. El nuevo CX-5 tiene unos acoplamientos de la dirección más rígidos, que proporcionan una conexión más directa entre los anclajes de la dirección y de la suspensión. De este modo, mejora la respuesta de la dirección asistida eléctrica a los movimientos de volante del conductor.

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