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El cazatalentos es conducido por la Guardia Civil al registro de la sede de Lee Hecht Harrison para el registro.
Un cazatalentos experto en marketing reclutaba yihadistas en Madrid

Un cazatalentos experto en marketing reclutaba yihadistas en Madrid

El marroquí Aziz Zaghnane es directivo de una filial de Adecco y especialista en «recursos humanos, gestión y talento de recolocación»

melchor sáiz pardo

Miércoles, 4 de mayo 2016, 16:59

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Los servicios antiterroristas de la Guardia Civil no daban crédito cuando descubrieron quién se escondía tras el alias del cabecilla de una supuesta célula yihadista radicada en la Comunidad de Madrid especializada en captar y adoctrinar futuros terroristas a través de todo tipo de redes sociales y servicios de mensajería instantánea.

El presunto jefe del grupo, al que los investigadores han seguido durante meses y que ayer finalmente fue detenido por orden de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, es el marroquí Aziz Zaghnane, un conocido director de marketing de Lee Hecht Harrison-España, una filial de la multinacional de recursos humanos Adecco.

Aziz Zaghnane, de 40 años y muy popular en el mundo de la contratación por sus cualidades de headhunter, cazatalentos, fue arrestado en su domicilio de la calle del Gran Capitán, de la localidad de Pinto, que compartía con su esposa, una mexicana convertida al islam, y sus dos hijos de dos y cuatro años.

Una familia aparentemente ideal con un padre de éxito en los negocios como especialista en «recursos humanos, gestión y talento de recolocación», tal y como reza su propio currículum, que apunta a que Zaghnane llevaba once años como directivo Lee Hecht Harrison, tras tres años con responsabilidades similares en el grupo Vodafone.

Sus conferencias de motivación laboral y de captación de nuevos directivos explican fuentes del caso eran seguidas en multitud de foros, además de ser un reconocido experto, habitual analista en medios periodísticos en temas relacionados con mercado laboral y nuevas tecnologías.

El arrestado se presentaba a sí mismo como «políglota, negociador, experto en internet, redes sociales y en encontrar oportunidades laborales en medios de comunicación emergentes». Después de la detención del supuesto cabecilla del grupo, los funcionarios de la Jefatura de Información de la Guardia Civil procedieron, tras registrar su domicilio, a allanar la sede de Lee Hecht Harrison, en el número 38 de la Avenida General Perón, en busca de documentos que el detenido pudiera guardar allí.

En la oficina

Los agentes directamente se incautaron del disco duro del ordenador de Aziz Zaghnane, ante la mirada atónita de sus compañeros. Responsables de Adecco y de la propia Lee Hecht Harrison reconocieron ayer estar todavía en shock tras conocer las acusaciones que pensaban contra el director de marketing de la empresa, quien jamás había presentado signos de radicalización, al menos en lo que respecta a su ambiente laboral.

Mandos del operativo no pudieron aclarar si el directivo marroquí se valió de sus conocimientos como cazatalentos o de la infraestructura de la multinacional para la que trabaja (con inmensas bases de datos con perfiles de trabajadores) para sus labores de captación de posibles yihadistas. Sea como fuere recordaron estos mismos especialistas de la Guardia Civil nunca hasta ahora había sido detenido en una operación antiyihadista una persona con un perfil profesional tan alto como el de Zaghnane.

Junto a él fueron arrestados sus tres supuestos subordinados en la célula desmantelada. Se trata de otro marroquí, capturado también en Pinto, y de dos personas más (una española y otra marroquí) arrestados en el municipio de Ciempozuelos.

Según informó el Ministerio del Interior, la célula que encabezaba Zaghnane era una «estructura estable que desarrollaba una intensa labor de publicación y distribución de contenidos propagandísticos afines al terrorismo yihadista , a través de diversas plataformas web y aplicaciones de mensajería instantánea».

Los investigadores sostienen que, a través de este despliegue telemático, los ahora arrestados habían conseguido hacer llegar mensajes yihadistas a «centenares de personas». La célula, además, ya había seleccionado grupos más reducidos en su entorno residencial de la Comunidad de Madrid con los que se establecía «un proceso de radicalización mucho más directo».

«En algunos casos, la proximidad geográfica de algunas personas había posibilitado la extensión de este proceso de radicalización al plano físico, con un control férreo de las actividades de estas personas a las que se les llegaba a interpelar no sólo sobre la forma en la que debían interpretarse determinadas noticias sino sobre el modo correcto en que debían desarrollar casi cualquier actividad de la vida cotidiana», reveló el departamento que dirige Jorge Fernández. Los especialistas del servicio de Información de la Guardia Civil se centran ahora en analizar la abundante documentación en soporte informático encontrada en los registros de Pinto, Ciempozuelos y en Madrid.

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