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El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata.
Zapata asegura que el tuit de Irene Villa era solo un «chiste» dentro de un «debate» sobre los «límites del humor»

Zapata asegura que el tuit de Irene Villa era solo un «chiste» dentro de un «debate» sobre los «límites del humor»

El edil se enfrenta a 20 meses de cárcel por un delito de humillación a las víctimas del terrorismo

Melchor Sáiz-Pardo

Lunes, 7 de noviembre 2016, 00:48

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Guillermo Zapata ha defendido que el tuit sobre Irene Villa por el que ha sido juzgado hoy en la Audiencia Nacional era solo un chiste dentro de un debate sobre los límites del humor, que había surgido a raíz del despido del guionista y director de cine, Nacho Vigalondo, quien había perdido su trabajo por publicar en la red un chiste sobre el holocausto judío.

Está entrecomillado (el tuit sobre Villa). Solo citaba un chiste que se contaba cuando era más pequeño por la cercanía de mi barrio al lugar donde sucedió el atentado de Irene Villa, ha explicado. Había entonces un debate público sobre los límites del humor en la red, ha insistido el edil de Ahora Madrid. Un chiste puede no ser gracioso pero tener formulación de chiste. Es un chiste de humor negro. Mezcla de angustia e hilaridad y como mecanismo de defensa surge el humor, ha señalado a preguntas del fiscal Vicente González Mota.

El concejal ha recordado que casi de forma simultánea a la publicación del tuit sobre Irene Villa también hizo público otro chiste macabro sobre el holocausto judío, dentro de ese debate sobre los límites del humor negro en Internet.

Zapata se enfrenta a 20 meses de cárcel. El edil se sienta hoy en el banquillo acusado de un delito de humillación a las víctimas del terrorismo y sus familiares por haber publicado el 31 de enero de 2011 el siguiente tuit sobre Irene Villa: «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos».

El edil ha insistido en que entre 2011 y 2015, cuando tomó posesión como edil, nadie le pidió la retirada del polémico tuit y que jamás tuvo interés en humillar a Villa, a quien además pidió perdón.

La Fiscalía, que ha reiterado su petición de absolución, ha insistido en que el tuit era parte de un debate. No tuvo intención de insultar u ofender a ninguna víctima del terrorismo, a explicado González-Mota. Por su parte, Dignidad y Justicia ha pedido una condena por la alta dosis de burla y mofa a las víctimas al terrorismo no puede ser enmarcada en la libertad de expresión. Además, según la acusación no ha quedado acreditado que el comentario fuera dentro de un debate porque no hubo un tuit complementario (para explicar que era parte del debate).

Su abogado defensor, Eduardo Gómez Cuadrado, también pidió su libre absolución. Puede ser un chiste más o menos desafortunado. Pasó desapercibido en redes sociales durante cuatro años y solo salió a la luz en 2015 tras la toma de posesión con concejal de Madrid. No basta que un chiste sea de mal gusto, sino que debe analizarse el contexto. Nadie puede creer que Zapata quisiera humillar a las víctimas. El espíritu de la norma no es el de sancionar el humor negro. Era un chiste popularmente conocido lanzado en un debate sobre el humor negro y en el que no se etiquetó a Irene Villa, ha señalado el letrado.

"Humor negro"

La única acusación contra Zapata es la de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia -que preside Daniel Portero, hijo del fiscal asesinado por ETA Luis Portero- ya que la Fiscalía retiró su acusación contra el concejal, al entender que el comentario no era constitutivo de delito alguno.

El edil siempre ha sostenido que aquel tuit como otros similares que envió en la época desde su cuenta @casiopeaexpress - «¿Cómo meterías a 5 millones de judíos en un seiscientos?, en un cenicero»- eran un ejercicio de «humor negro». Irene Villa dijo no sentirse ofendida por el comentario y tampoco ejerció su derecho de acusación contra el edil.

El juez instructor de la causa, Santiago Pedraz, tras recibir la denuncia contra el edil en junio de 2015, al poco tiempo de que Zapata se convirtiera en edil, archivó por tres veces la demanda, al entender que no era una ofensa para las víctimas «por mucho que una mayoría crea que esas palabras sean humillantes». En otras tantas ocasiones, Pedraz tuvo que reabrir el caso por orden de la sección segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional compuesta por los jueces Enrique López, Concepción Espejel y Ricardo de Prada.

López y Espejel, que votaron a favor de sentar en el banquillo al concejal de Ahora Madrid, están -recusados en el caso Gürtel por su afinidad ideológica al partido popular. La resolución tuvo el voto en contra de De Prada, quien reprochó a sus compañeros que hubieran hecho «prevalecer los criterios personales o sesgos políticos o ideológicos» para obligar a enjuiciar a Zapata.

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