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Los padres de Marta del Castillo a su llegada a la dársena del Guadalquivir.
El padre de Marta del Castillo: «Ojalá sea la última búsqueda»

El padre de Marta del Castillo: «Ojalá sea la última búsqueda»

Los GEO rastrean este lunes "palmo a palmo" la dársena del río en busca de la joven asesinada en el 2009 por Miguel Carcaño

efe

Lunes, 20 de febrero 2017, 11:00

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Doce buzos de la Policía Nacional buscan los restos de Marta del Castillo en un rastreo "palmo a palmo" en la dársena del río Guadalquivir en Sevilla, entre los puentes del Alamillo y la Barqueta, donde la Armada inspeccionó con un sonar y elaboró un mapa del fondo fluvial.

Los submarinistas de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO), desplazados de su sede central de Guadalajara, han realizado inmersiones en la zona próxima al club de remo del Guadalquivir desde primera hora de la mañana.

La operación, que se lleva a cabo "palmo a palmo" y que de momento no ha arrojado ningún resultado, está basada en los datos recabados por las dos embarcaciones de la Armada que el sábado inspeccionaron toda la zona.

Se trata del séptimo dispositivo de búsqueda del cuerpo de la joven Marta del Castillo, asesinada en el 2009 por Miguel Carcaño en un piso de la calle León XIII de Sevilla, que dista unos quince minutos a pie de la dársena del río.

En esta ocasión, los doce buzos de los GEO están peinando, con tres parejas por turno, el fondo del río a raíz de los datos aportados por la batimetría (mapa del fondo fluvial) y del sonar de los barcos de la Armada.

Los datos apuntan a 800 puntos de interés repartidos en nueve zonas de la dársena que completan la longitud de la misma, alrededor de 1,4 kilómetros, con rastreos bajo el agua en una profundidad de entre seis a seiete metros.

Todo hace indicar, según la Policía, que si no hay resultados inmediatos la búsqueda podría prolongarse durante varios días, ya que a la turbidez del agua del río se ha unido la poca luz natural de un día nublado en la capital hispalense.

No obstante, las inmersiones de los buzos se han centrado en la orilla del río próxima al club de remo, donde se supone que habría sido lanzado el cadáver de Marta del Castillo a finales de enero del 2009.

El nuevo dispositivo se ha puesto en marcha después de que el juez de instrucción 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, ordenara la semana pasada buscar en esta zona no rastreada del río, atendiendo a la petición de la Policía.

La petición se basa en un informe realizado por un técnico que intentó localizar el cuerpo de la joven mediante un georradar en la dársena del río, no afectada por la corriente fluvial, y cuyos resultados apuntarían a la posibilidad de que existan restos humanos en la zona.

Antonio del Castillo, padre de Marta, ha defendido hoy la idoneidad de buscar en esta zona también por el testimonio de una mujer que habría comunicado a la Policía en el 2015 que la noche en que fue asesinada Marta, el 24 de enero del 2009, presenció cómo tres jóvenes con capucha empujaban una silla de ruedas con "bultos" en dirección a la dársena.

"Estamos un poco más nerviosos que la vez anterior, pero confiamos en que sea la última búsqueda", han declarado a los periodistas el padre de Marta, su madre Eva Casanueva y el abuelo de la joven, Antonio Casanueva, que acudieron a primera hora de la mañana a la zona que la Policía tiene acotada para la prensa.

Tal y como ha ocurrido en ocasiones anteriores, el dispositivo ha suscitado gran interés entre los medios de comunicación, especialmente de las cadenas de televisión que han desplazado varias unidades móviles para realizar conexiones en directo.

En la zona no ha faltado durante toda la jornada muchos curiosos para presenciar las labores de la Policía y de los periodistas.

Este es el séptimo dispositivo de búsqueda del cuerpo de Marta, ya que, tras las múltiples versiones del asesino confeso, Miguel Carcaño, los restos han sido buscados en el Guadalquivir, en un vertedero, en la denominada Ruta del Agua, en Caño Ronco, en la finca Majaloba de La Rinconada y en una escombrera de Camas, además de en otras zonas próximas a la capital sevillana donde los rastreos se abandonaron pronto por la inconsistencia de las pistas.

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