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ATLAS ESPAÑA
Domingo, 14 de enero 2018, 18:25
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La desaparición y muerte de Mari Luz, hace 10 años, sacudió las entrañas de los suyos, pero también las de toda una sociedad, porque su asesino, tendría que haber estado en la cárcel el día que mató a la niña. Su familia vivió la angustia de 52 días de búsqueda. La impotencia de ver la cara de Santiago del Valle, durante 10 días de juicio, y su condena, 22 años de cárcel no eran suficientes para compensar todo el sufrimiento. Esa se convirtió en su lucha para honrar la memoria de la pequeña. Llamó a decenas de puertas, para que los crímenes más atroces, supusieran toda una vida de condena, y ahora que se plantea su posible derogación, vuelven antiguos fantasmas. Asegura que apoyará los movimientos para que siga vigente. Igual que sigue vigente el dolor de su familia, porque la luz de su nombre, no volverá a iluminar su casa.
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