Borrar
La renuncia de Feijóo a suceder a Rajoy abre una guerra de candidatos en el PP

La renuncia de Feijóo a suceder a Rajoy abre una guerra de candidatos en el PP

Casado, García Margallo y García Hernández ya se han postulado; Cospedal y Sáenz de Santamaría tienen 48 horas para decidir si dan un paso al frente

Nuria Vega

Lunes, 18 de junio 2018, 21:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Alberto Núñez Feijóo ha anunciado esta tarde su decisión irrevocable de permanecer en Galicia y no optar a suceder a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular. La decisión de Feijóo abre una guerra de poder en el sento de la formación conservadora. Esta mañana Pablo Casado y el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo han hecho pública su intención de liderar la formación popular. Antes lo había hecho el secretario Ejecutivo de Relaciones Internacionales del partido, José Ramón García Hernández.. María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría tienen ahora 48 horas para decidir si dan el paso y presentan sus candidaturas.

Ante la Junta Directiva del Partido Popular de Galicia, el máximo órgano de dirección entre congresos, y en el mismo hotel en que hace 13 años lanzó su candidatura para suceder a Manuel Fraga y hace dos años anunció que optaría a un tercer mandato al frente de la Xunta, Feijóo ha dicho: «Yo sin haber completado mi compromiso no puedo fallar a los gallegos porque sería también fallarme a mí mismo».

Y eso que el presidente de Galicia partía como favorito incontestable en el partido. De hecho, numerosos cargos territoriales apostaban por un candidato único que integrara todas las sensibilidades y no veían con malos ojos que él fuera el sucesor. El anuncio de Feijóo se produce cuando este lunes a las 12,00 horas quedó abierto el plazo formal para presentar candidaturas ante el congreso extraordinario de julio, para lo cual es necesario presentar al menos 100 avales de afiliados.

Pablo Casado, actual vicesecretario de Comunicación ha sido el primero en anunciar su candidatura a la presidencia del Partido Popular. «Yo sí quiero presidir el PP y creo que no hay que esperar a que venga el futuro, sino que hay que salir a conquistarlo. No podemos seguir arrastrando los pies durante toda una semana para pensar quién quiere liderar un partido que es uno de los pilares fundamentales del sistema democrático español», ha reprochado el dirigente popular.

Unas horas después el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo confirmaba que presentará su candidatura a liderar el PP antes del miércoles, con lo que se convertiría en el tercer aspirante, tras el anuncio del secretario Ejecutivo de Relaciones Internacionales del partido, José Ramón García Hernández. En declaraciones a Efe, García Margallo ha asegurado que hará efectiva su candidatura en las próximas horas, independientemente de que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, hubiera dado también el paso para presentarse. «Si se hubiese llegado a un acuerdo yo hubiese dado un paso atrás. Ahora hay mucha gente que se ha comprometido con mi candidatura, ya no me pertenece», ha dicho.

Fuentes del PP aplauden la maniobra de Casado y censuran que quienes «debían» postularse no lo hayan hecho hasta el momento permitiendo que surjan candidatos «por doquier». Ni Soraya Sáenz de Santamaría ni María Dolores de Cospedal han despejado sus intenciones. Casado, sin embargo, ha roto los esquemas. Minutos antes de que a las doce del mediodía se abriera el plazo para la presentación de candidaturas, el vicesecretario se ha reivindicado a sí mismo como el aspirante de una nueva generación del PP, «distinta» a esa que ha dirigido el partido en los últimos 30 años y con la que, recuerda, ha trabajado codo con codo. Tanto con José María Aznar como con Mariano Rajoy. «Es nuestro momento», ha proclamado antes de anunciar que mañana dará a conocer su equipo, un grupo «renovado, pero orgulloso» de lo que ha significado la organización y en el que «caben todos».

Su cometido, ha quedado claro, es reconquistar el terreno cedido en el centroderecha y atraer al electorado joven. En otras palabras, plantar cara a Albert Rivera. «Queremos recuperar a esa gente que se fue a otros partidos, a los de Ciudadanos, a los de VOX, a los de la sociedad civil que en los últimos años, a lo mejor por la crisis u otros avatares, no se han sentido tan identificados con el partido al que siempre han defendido», ha declarado en las puertas de la sede nacional del PP, en la calle Génova.

Y sus armas para lograrlo, ha asegurado, serán las señas de identidad tradicionales de su formación: la defensa de la libertad, de la unidad de España, la familia, la seguridad y el recuerdo de las víctimas del terrorismo. «Humildemente, me quiero presentar como una persona que consiga liderar la España de los balcones, la que sacó la bandera a sus ventanas», ha asegurado cuando es Ciudadanos quien está rentabilizando ese movimiento.

También promete asociar el PP a la «honestidad» y la «eficacia» en la gestión. De hecho, ha marcado distancia con los casos de corrupción. «He dado la cara en las peores noches electorales en esta casa, en el atril en la sala de las ruedas de prensa defendiendo la honorabilidad del partido frente a traidores que ni conocía o ni siquiera había visto», ha recordado. Él mismo se vio obligado a dar explicaciones este año por las condiciones en las que cursó sus estudios de posgrado.

El foco en María Dolores de Cospedal

Ahora el foco está puesto en la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que ha convocado este martes una Junta Directiva regional del PP de Castilla-La Mancha en el que se prevé que desvele su futuro político. Algunos cargos del partido no descartan que la exministra, que lleva diez años como 'número dos' del partido, decida presentar su candidatura a la Presidencia del PP.

El pasado 6 de junio la propia Cospedal dejó abierta esa puerta al no aclarar si competiría o no por la sucesión de Rajoy, si bien enmarcó su decisión en una reflexión general sobre su futuro o no en la vida política. «Yo haré lo que sea mejor para mi partido», dijo en diferentes entrevistas en medios de comunicación.

En las últimas dos semanas la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría no se ha descartado y ha guardado silencio ante los periodistas cuando le han preguntado con insistencia si presentará su candidatura. Fuentes 'populares' creen que a ella le apetecería dar ese paso pero admiten que puede frenarla sus enemistades en el partido y la posibilidad de que quiera llevar una vida más tranquila.

Eso sí, fuentes de la formación admiten que Santamaría podría tener un apoyo relevante entre las bases y subrayan que el hecho de ser mujer, tener escaño en el Congreso y menos de 50 años, es una buena carta de presentación para conformar una candidatura que opte a liderar el partido.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios