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El antiguo edificio ha sido derruido
El almacén de vinos ya es historia

El almacén de vinos ya es historia

Concluyen las obras para derribar el inmueble y la vivienda colindante de la empresa Hijos de Martín Sánchez

lucía alcolea

Miércoles, 25 de mayo 2016, 17:12

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El viejo almacén de vinos Hijos de Martín Sánchez de Cabezón ya es historia. Las obras para derribar el emblemático edificio y la vivienda colindante de esta empresa de vinos, situada en pleno casco histórico de la localidad, finalizaban estos días, dejando reducido el inmueble a la fachada de la vivienda, la única parte del edificio que el Ayuntamiento ha decidido conservar. Concluyen así los trabajos que dieron comienzo hace más de un mes, después de que el Consistorio declarase el conjunto en estado de ruina y decidiese que había que tirarlo para evitar cualquier peligro, según explicaba el arquitecto municipal, Moisés Castro.

Los propietarios (nietos del fundador), Inocencia, Martín, Ángela y Carmen Sánchez, han cumplido así el requerimiento realizado por el Ayuntamiento, y ahora procederán a poner el terreno a la venta. El que lo compre, que lo destine a lo que quiera, teniendo en cuenta la opinión de las autoridades, pero ahora nosotros de momento no tenemos ningún proyecto, manifestaba ayer Carmen, con pena, porque se trata de un edificio donde mi abuelo, mi padre y mi hermano trabajaron muchísimo. Carmen y sus familiares son la quinta generación de propietarios. El derribo nos ha costado mucho dinero y ahora venderemos el inmueble al promotor que esté interesado en comprarlo, manifestó. El sobrino de Carmen y actual gerente de la empresa, Miguel Álvarez Bolado, también dijo ayer que procedería a colocar el cartel de se vende cuanto antes.

Símbolo de la zona

Seña de identidad de Cabezón, la vivienda, de 177 metros cuadrados, correspondía a finales del siglo XVIII y el almacén, de 270 metros cuadrados, que se construyó para ampliar el negocio, data del año 1925. En el año 2004, el negocio fue trasladado al polígono industrial de Las Navas. Con el paso de los años y en desuso, el estado de ambos edificios se fue deteriorando y desde el Ayuntamiento requirieron varias veces a los propietarios que lo derribaran.

Como si el derribo del inmueble por sí solo no hubiese dado suficiente de qué hablar en el municipio, durante el transcurso de los trabajos, los operarios de la empresa encargada de las obras encontraron un capitel perteneciente a la antigua ermita de la Virgen del Campo, que hasta el año 1936 ocupó la plaza donde se encontraba tal edificio. Los restos se hallaron entre los escombros del viejo almacén y la alcaldesa de la localidad, Isabel Fernández (PSOE), se ha puesto en contacto con la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria para determinar qué hacer con ellos.

Por el momento, a todo el mundo le sigue sorprendiendo la desnudez del viejo edificio y su ausencia, aunque la mayoría de vecinos, al ser preguntados, opina que era mejor tirarlo por el peligro que suponía al encontrarse al lado de la carretera y para los viandantes.

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