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A la izquierda, el socavón vallado tal y como ha estado durante años. A la derecha, el aspecto que presenta ahora la zona donde ya aparcan los coches.
Piden la dimisión del pedáneo de Espinama por el caso de la sacristía convertida en aparcamiento

Piden la dimisión del pedáneo de Espinama por el caso de la sacristía convertida en aparcamiento

Vecinos por Liébana acusa a Reinaldo Dosal (PP) de permitir la obra tras obtener la autorización verbal del párroco del pueblo para "adecentar aquello"

Víctor Puente

Sábado, 20 de agosto 2016, 18:46

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Vecinos por Liébana (VxL), la formación que denunció el caso de la sacristía de Espinama rellenada de hormigón para construir un aparcamiento, reclama ahora la dimisión del presidente de la Junta Vecinal de Espinama, Reinaldo Dosal (PP), a quien acusan de ser el responsable. Según VxL, Dosal pidió permiso al párroco del pueblo para realizar la obra sobre el edificio histórico. La formación asegura que el párroco de Espinama, uno de los frailes del Monasterio de Santo Toribio, dio permiso a Dosal "para adecentar el templo" que data del siglo XVII. Una autorización verbal de un fraile que Dosal "confundió" con el permiso por escrito del único propietario legal de la sacristía con capacidad para otorgar esa autorización: el Obispado de Santander.

La formación política asegura que el "error garrafal" de Dosal no queda ahí. VxL entiende que una obra de esas características precisa de los pertinentes permisos y estudios que "no se han solicitado", entre los que se incluyen los de carácter municipal, ni tampoco consulta alguna a Patrimonio.

"Pretender gestionar lo público sin tener un mínimo conocimiento del funcionamiento de la cosa pública o sin hacer uso del personal del Ayuntamiento que resuelve este tipo de dudas resulta cuanto menos peligroso para el conjunto de los ciudadanos", denuncia Vecinos por Liébana.

Fuentes de esta formación política aseguran que ni el arcipestre de Liébana, Elías Hoyal, ni el Obispado de Santander "habían extendido ningún permiso para actuar sobre el templo". Entienden que "es imposible" mantener todo el patrimonio sin que haya un programa "realista" de inversiones públicas, pero lo que no conciben es que esta circunstancia permita "su destrucción".

"Avergonzados profundamente por algo que no queremos se vuelva a repetir", Vecinos por Liébana ha pedido responsabilidades al Ayuntamiento de Camaleño porque "su actuación en este caso ha dejado mucho que desear". "Estamos dando una imagen de Liébana nefasta; estamos trasladando que somos incapaces de cuidar lo nuestro, pero nos parece legítimo, al mismo tiempo, pretender vivir del turismo que se acerca a disfrutar de nuestro patrimonio natural y cultural".

El alcalde de Camaleño, Oscar Casares (PRC), aseguró a este periódico que nadie había presentado una petición para realizar la obra. Unas declaraciones que no han sentado bien en la oposición. VxL cree que el regidor no puede buscar excusas a la hora de explicar "lo que ha fallado para que se destruya una iglesia del siglo XVII". Y le recuerdan que en su programa electoral incluyó la restauración de la iglesia. "En vez de arreglarlo ha dejado que desaparezca".

También reprochan al alcalde que "el aparcamiento ilegal sigue abierto y no ha sido precintado todavía", teniendo en cuenta que la noticia salió a la luz "hace tres días".

A pesar de que en las últimas conversaciones que han mantenido con el equipo de Gobierno de Casares han obtenido el silencio por respuesta, Vecinos por Liébana confía en que el Ayuntamiento "anuncie medidas para evitar casos similares, actúe de oficio sobre los autores y busque la restitución en la medida de lo posible de los restos de la sacristía y la restauración de la iglesia en su conjunto". También les piden que "ese espacio jamás pueda ser usado como aparcamiento".

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