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Una verja impide el paso a La Barra.
Los vecinos de San Vicente se oponen al cierre del acceso al rompeolas

Los vecinos de San Vicente se oponen al cierre del acceso al rompeolas

Conocido popularmente como La Barra, es uno de los paseos más concurridos de la villa y permanece cerrado al paso durante el invierno

V. Cortabitarte

Martes, 3 de enero 2017, 07:10

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Numerosos vecinos de San Vicente de la Barquera han mostrado su malestar por el cierre del rompeolas de acceso al puerto, conocido popularmente por los barquereños como La Barra.

Desde hace varios años la Dirección General de Puertos de Cantabria instaló en el acceso a este espigón una puerta metálica que debe permanecer cerrada en los momentos en que hay marejada y las olas le sobrepasan con el fin de evitar riesgos para las personas que transitan por el lugar. Pero lo cierto es que tras la temporada estival y con la llegada de los primeros vendavales la puerta se cierra por parte del personal de Puertos y no se vuelve a abrir a pesar de que se disfrute de buen tiempo, tal y como ha venido sucediendo en las últimas semanas en las que apenas se han registrado oleajes de importancia.

El paseo al rompeolas es uno de los principales atractivos con que cuenta San Vicente de la Barquera ya que permite adentrarse en la mar disfrutando de unas extraordinarias vistas, con la playa de Merón en uno de sus lados y los acantilados y el faro hacia el otro. Por todo ello, La Barra es frecuentado diariamente por numerosos vecinos que muestran ahora su indignación al ver como la mayor parte del tiempo no pueden disfrutar de este paseo y la puerta se encuentra cerrada a diario.

Curiosamente este paseo es también uno de los lugares recomendados para visitar desde la Oficina Municipal de Turismo, ya que forma parte de la denominada Ruta Marinera, por lo que los turistas tampoco pueden realizar esta visita al completo.

Pese al cierre, algunas personas, especialmente los pescadores, se adentran por un estrecho camino próximo al rompeolas, lo que entraña un mayor peligro para quienes lo utilizan.

Buena parte de los vecinos de San Vicente que diariamente pasean por la zona defienden que nunca debió instalarse una puerta para evitar el paso por esta infraestructura portuaria que, por sus características, es sobre todo un paseo. En el acceso al espigón, además de la puerta metálica, se cuenta con una perfecta señalización en la que se advierte del peligro existente al poder ser rebasado el espigón por el oleaje, señales que están en el inicio del rompeolas y antes de la parte final que es la mas propensa en días de oleaje a que le sobrepasen las olas.

«La señalización debería ser suficiente, ya que se advierte claramente del peligro existente, por ello no se hace necesario instalar puertas ni barreras. Esto es como pretender poner un muro a lo largo de todos los acantilados por el peligro que entrañan, algo que es claramente absurdo», señalan algunos vecinos.

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