Fallece un ciclista de 58 años tras sufrir una caída en San Glorio

El fallecido fue atendido por el médico del helicóptero regional, que no pudo más que certificar su muerte a pesar de que tardó escasos minutos en personarse en el lugar, ya que el equipo se encontraba en la zona atendiendo otro aviso. Durante cerca de 30 minutos, los profesionales del 112 Emergencias Cantabria trataron de reanimar al ciclista sin éxito, según explicaron ayer desde el Gobierno regional.

Fueron los propios compañeros de la víctima, integrantes de un grupo formado por siete personas y miembros de un club deportivo de Astorga, los que se pusieron en contacto con el 112 cuando alrededor de las 11.30 horas se produjo el accidente en la carretera nacional 621 a la altura del Mirador del Corzo. Debido a su posición, la llamada entró en la centralita del servicio de emergencias de Castilla y León. Aunque en la zona había muy poca cobertura, el operador –no sin dificultad– pudo tomar nota de lo sucedido y dar aviso al 112 Cantabria, que movilizó al helicóptero.

En ese momento, el equipo aerotransportado del Ejecutivo regional estaba realizando una intervención en el municipio de Camaleño. Allí, una mujer de 72 años y procedente de Madrid tuvo un accidente cuando realizaba con un grupo de personas la ruta de la senda del Oso, que discurre entre el mirador del Oso en Cosgaya y Santo Toribio.

Después de comprobar que su estado no revestía gravedad, se tomó la decisión de custodiarla y desplazarse hasta el lugar donde esperaba el ciclista, a escasos kilómetros, que según el aviso de sus acompañantes «parecía que no respiraba». Además del equipo del helicóptero del 112, se personaron personal sanitario del 061 y agentes de la Guardia Civil.

En el caso de la mujer accidentada en Camaleño, fue posteriormente trasladada hasta el aeropuerto Seve Ballesteros y desde Parayas viajó en ambulancia hasta el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde quedó ingresada para realizarle distintas pruebas médicas.

Hasta ahora, este 2017 había sido un buen año en cuanto a datos de siniestralidad con ciclistas implicados después de un 2016 en el que la delegación en Cantabria de la Dirección General de Tráfico contabilizó hasta 86 –el récord del último lustro–, seis de ellos con heridos graves. Además, desde 2010 han muerto cinco ciclistas atropellados. En esta estadística sólo se recogen aquellos sucesos que ocurren en carretera, pero no los acontecidos en otros lugares como pistas forestales –en 2015 un deportista perdió la vida al topar con un cable colocado en una senda de Valderredible–, también muy habituales.

De hecho, la mayoría de las últimas intervenciones de los servicios de emergencias se produjo fuera del asfalto. Las dos más graves desde que arrancó el año se concentraron en abril. Primero, los bomberos tuvieron que auxiliar a un hombre que tuvo un accidente en Sierra Caballar (Villafufre) y días después un politraumatismo grave en La Sía.