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Pedro Álvarez
Viñón no quiere convertirse en otro Sebrango

Viñón no quiere convertirse en otro Sebrango

Obras Públicas construye una red de evacuación de aguas para evitar los desplazamientos del terreno

Pedro Álvarez

Santander

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Domingo, 31 de diciembre 2017, 08:35

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La Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria no quiere que Viñón, en el municipio de Cillorigo de Liébana, se convierta en un nuevo 'caso Sebrango'. Por eso, ha ejecutado una actuación que tiene como objetivo minimizar los efectos de las aguas que penetran en los suelos de los terrenos situados en la zona alta del pueblo, y que, al saturarlos, provocan empujes y deformaciones en las viviendas, así como en los bienes del pueblo, como carreteras y accesos, agrietándolos y tirado taludes, de momento, de pequeñas dimensiones. La empresa Ingemuros SL ha sido la encargada de realizar los trabajos que han supuesto una inversión de casi 114.000 euros.

Fue en los meses del invierno de 2015 cuando, como consecuencia de las fuertes lluvias y nevadas sufridas en la comarca lebaniega, se produjeron inquietantes grietas en varios lugares de la localidad de Viñón. Miguel Ángel Gómez, presidente de la Junta Vecinal, puso en conocimiento del Ayuntamiento una situación que preocupaba, y mucho, a todos los vecinos del pueblo. Grietas en varias casas y en una nave a la entrada del pueblo, así como desplazamientos del terreno, mostraban su avance y los vecinos no querían que su pueblo sufriese las consecuencias de los deslizamientos que afectaron a la localidad de Sebrango, en Camaleño.

El alcalde de Cillorigo, Jesús Cuevas, envió a un geólogo para que realizase varias catas en el terreno y los resultados de dichos trabajos los remitió a los responsables de la Consejería de Obras Públicas, para que buscaran una solución que frenase los deslizamientos de tierra que sufría el pueblo. El Ayuntamiento encargó y pagó el proyecto valorado en 3.000 euros.

Jesús Cuevas se ha mostrado agradecido por la actuación que ha realizado la Consejería de Obras Públicas en la localidad «porque el avance de las grietas preocupaba tanto a los vecinos como al propio Ayuntamiento. Con la solución adoptada se minimizarán los efectos del agua sobre los terrenos que afectan al pueblo, para evitar que se produzcan nuevas grietas y deslizamientos».

La localidad de Viñón se encuentra incluida en un área de deslizamiento activo reconocido y estudiado. Se trata de un pueblo de montaña rodeado de terrenos boscosos y de vegetación de cotas altas. Su situación geográfica lleva implícita una pluviometría abundante y, por ende, procesos de permeabilidades y de escorrentías de gran caudal de agua durante todo el año, siendo especialmente relevante durante los largos inviernos, llegándose a saturar los suelos por la acción de hielo y nieve. Son estas aguas, según se señala en el proyecto, las que pueden inducir los movimientos de ladera señalados, condicionados, así mismo por las permeabilidades y en función de la geología y geomorfología del área de estudio.

Una actuación respetuosa

Cuando se realizó la visita a la zona afectada se detectaron principalmente daños en las viviendas, con grietas de gran tamaño, y en una nave ganadera donde se han producido importantes desplazamientos laterales, debido a los empujes de los terrenos adyacentes, derivados de la fluencia de aguas interiores. También se han producido daños en las fincas. La actuación que se está realizando en varias fincas por encima de la localidad, tiene por objeto el diseño de una red de evacuación de las aguas, principalmente debidas a la pluviometría elevada, que saturan los terrenos circundantes provocando importantes movimientos de las tierras por dos motivos muy claros, como son las fuertes pendientes de la ladera de estudio, y la inclusión de la ladera y de la localidad en un área de deslizamiento en situación de 'activo'.

Se ha procedido a la excavación de la red de canales o zanjas denominadas 'espina de pez' con las profundidades, pendientes y anchuras que determine en cada una de ellas el terreno, para la colocación adecuada de los materiales, y finalmente han repuesto los terrenos y tierras extraídos en las excavaciones de las zanjas o canalizaciones descritas. Los únicos trabajos pendientes consisten en dejar los terrenos como se encontraban antes de las obras.

Los técnicos, que harán un seguimiento permanente de la situación, se han inclinado por esta solución por la sencillez de ejecución, porque no se precisa la evacuación de las tierras, generadas en las excavaciones de las zanjas, a vertederos autorizados, ya que se reutilizan en las mismas zanjas. Asimismo, en lugar de utilizar tubos convencionales, que con los movimientos generados por el propio deslizamiento perderían la utilidad provocándose fugas, se han empleado compuestos de nueva generación que, además de alcanzar más superficie de captación, asegurarán la estabilidad de las uniones entre los tramos. Se ha incluido una malla de refuerzo que facilita la evacuación de las aguas. Finalmente, el sistema empleado es totalmente respetuoso con el medio ambiente, ya que no se generan residuos de ningún tipo, ni tampoco materiales que deban trasladarse a un vertedero ni circulación apenas de maquinaria en los trabajos.

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