El carnaval más solidario de Santoña

Para ello, la Asociación de Madres y Padres (AMPA) de este centro educativo, con la colaboración del Ayuntamiento de Santoña, celebrará este sábado en el Teatro Liceo, a partir de las 17.30 horas, el I Carnaval Solidario bajo el lema 'Cantando para jugar'. La entrada para disfrutar del acto costará tres euros y todo el dinero recaudado irá para construir un parque de juegos adaptado en el patio de este colegio. En él estudian 75 pequeños de la comarca oriental de Cantabria y treinta de ellos acuden cada día desde Santoña. Las entradas se pusieron a la venta el pasado lunes en la Casa de Cultura de Santoña y se agotaron ese mismo día.

En este primer Carnaval Solidario actuarán de manera desinteresada todas las murgas de la villa, tanto adultas como infantiles. Solo una faltará a la cita por resultarle imposible a sus componentes. Las agrupaciones de pequeños, Los Notas, Los Cartulina, Los Majaretas y Los Galis subirán al escenario para cantar todo su repertorio, mientras que las adultas lo harán de dos en dos (Artistas y Santas, Galipoteros y Canallas, murga callejera y Marchosas así como Indecisos y Chechu) par a interpretar un vaivén de coplas.

En el cartel anunciador ya dejan claro que «el poco de cada uno cuenta mucho» para estos alumnos y para este centro educativo. Aquellos que quieran colaborar y no puedan acudir al acto podrán hacerlo con la fila 0, a través de la cuenta bancaria ES43 2048 2029 1334 0001 2549. Además también hay huchas colocadas en la Casa de Cultura, piscina, algunos comercios y en los ayuntamientos de Santoña, Laredo y Castro. La idea de organizar este evento surgió en una reunión del AMPA del colegio. Allí, Natalia Busto y Nieves Sierra explicaron al resto de padres las necesidades materiales que presenta este centro de educación especial y que, a pesar de haber sido solicitadas reiteradamente a las distintas Consejerías de Educación, no son atendidas. Desde el AMPA, todos los años venden agendas pero con esta iniciativa apenas consiguen fondos. Por primera vez este curso, Paquito Bodegas, tiene allí estudiando a su hijo Fran, y viendo la situación se decidió a organizar algo con las murgas «ya que estoy metido en ellas», contando con la ayuda de Leticia Fernández, profesora santoñesa en este centro y también murguista.

La necesidad que quieren cubrir primero es la de renovar la zona de columpios del patio ya que la actual «no está adaptada a nuestros niños», explica Natalia. Un proyecto que tiene un alto coste por lo que la idea pasa, en función del dinero que recauden, por ir colocando el nuevo suelo de caucho y cambiando las estructuras progresivamente. En varias fases.

Para poder realizar el evento tocaron las puertas del Ayuntamiento de Santoña que no ha dudado en poner a su disposición el Teatro Liceo. «Estamos encantados de colaborar para un buen fin», explica la edil de Cultura, María Román, implicada en todos los detalles. En un principio, cuenta Paquito, llamaron a las cuatro murgas infantiles y dos adultas para que el acto «no se alargará mucho». Sin embargo, todo dio un giro cuando hicieron pública una carta escrita por dos alumnos santoñeses de este colegio, Fran y Pablo, contando que sus padres se habían puesto manos a la obra organizando este evento para tener un espacio de juegos que «llevan años pidiéndoselo a los que mandan y nunca llega», pero que hace mucha falta porque «no hay nada más necesario para nosotros que aprender jugando».

Esta carta despertó un tsunami de solidaridad que les tiene, reconocen, «totalmente desbordados». «Se pusieron en contacto más murgas pidiendo colaborar como fuera. Así que, al final, estarán todas cantando cada una varias estrofas. Será algo dinámico, divertido y todos formaremos parte de esto». Lo que empezó como una idea humilde ha ido creciendo por el interés de todos a aportar su grano de arena. «Nunca hubiéramos imaginado esto». Y es que, enumeran, 44 comercios de Santoña ya han aportado dinero al igual muchos vecinos de Santoña y de la comarca. Consorcio ha donado 1.000 euros y el sindicato Acaip, del Penal de El Dueso, «nos va a comprar dos columpios». Ese mismo sábado, habrá una feria del Comercio en la plaza de San Antonio y «venderemos las agendas del colegio, pendrives y figuras que nos han hecho los internos de los talleres de cerámica y cesteria del penal». Hasta ya tienen previsto un evento de baile y un partido de balonmano en Castro. Todo suma. Y todo lo agradecen.

Y es que Leticia Fernández, que lleva once años dando clases, destaca que con esto se busca «beneficiar los derechos de los niños, el derecho a jugar que para ellos es también interactuar, comunicarse, ser felices y mostrar, como el resto, sus capacidades. Para nosotros, el recreo también es un espacio de intervención en el que se trabaja con los chicos como en las aulas». En el centro, dice, «somos una gran familia» y todos nos hemos unido para dar este paso. Los chicos están al tanto y por cada buena noticia «les compro galletas y lo celebramos», cuenta la joven, que destaca el trabajo de todo el colegio para que «a nuestros chicos no les falte de nada».