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Así termino la zona de Cabo Quintres, en Ajo, tras el festival.

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Así termino la zona de Cabo Quintres, en Ajo, tras el festival. Sane

Los trabajadores denuncian al 'Delirium Festival' porque siguen sin cobrar

Comisiones Obreras ha reclamado judicialmente los sueldos de diez jóvenes operarios que trabajaron «en jornadas maratonianas» en el festival de música electrónica celebrado en Ajo en agosto

DM

Santander

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Lunes, 6 de noviembre 2017

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Los jóvenes que durante el mes de agosto (entre los días 10 y 13) trabajaron en el 'Delirium Festival' siguen sin cobrar. Así lo ha denunciado Comisiones Obreras, que representa a 10 de los 24 empleados. El festival, «que terminó en caos organizativo y en desastre medioambiental», mantiene a los trabajadores «sin percibir remuneración alguna por los servicios prestados en las maratonianas jornadas del festival», ha denunciado CC OO.

El sindicato considera «inaceptable» que la empresa que gestionó la venta de entradas (en torno a 15.000 abonos a un precio mínimo de 60 euros cada uno) mantenga el impago de salarios que no superan los 250 euros por persona. Tampoco, insiste CC OO, atiende las llamadas telefónicas del representante de los trabajadores.

CCOO ha iniciado la reclamación judicial de los salarios de 10 trabajadores, de una plantilla de 24 personas, todas ellas muy jóvenes, que también han sido privadas de sus derechos de cotización a la Seguridad Social, ya que «fueron dados de alta por tres horas diarias en lugar de por la jornada completa».

El grupo de jóvenes contratados como 'staff' acusó en septiembre a la promotora del evento (la empresa Great Concert) de adeudarle la cantidad de 6.145 euros (a razón de 10 euros la hora de trabajo) y anunciaron que no iban a parar hasta cobrarlo. Se les fichó para atender las taquillas, controlar los tiques de comida y bebida y vender los productos de 'merchandising'.

No son los únicos que no terminaron contentos con la empresa organizadora. Los asistentes registraron una extensa lista de quejas, ya que se cancelaron las principales actuaciones, las duchas de la zona de acampada funcionaban mal, el aparcamiento era de pago, hubo cambios de horarios de los conciertos... El malestar llegó a tal punto que antes incluso de que acabara el festival ya se estaban recogiendo firmas para exigir la devolución del importe de las entradas.

La polémica no terminó ahí ya que incluso los socios de la empresa 'Great Concert S. L.' denunciaron por la vía judicial a uno de ellos (Vicente de la Fuente) como «único responsable». Le demandaron por «irregularidades en su gestión, siendo el administrador único de la sociedad y la única persona con acceso a las cuentas y la que firmaba los contratos».

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