Obras Públicas aprueba el trazado definitivo de la variante de Sarón

El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publicó hace unos días el estudio informativo completo de la opción elegida para la futura construcción de la variante. Se ha optado por la alternativa '15', que parte de la rotonda de Pumarijo (Penagos) aprovechando una conexión ya realizada con las obras de la A-8. De ahí, el trazado pasará por el barrio de La Paul en La Abadilla y saldrá a la CA-618 entre Santa María de Cayón y Lloreda para su conexión con la CA-142 dirección a Villacarriedo.

En este sentido, el expediente aprobado hace quince días en el Consejo de Gobierno solo refleja un punto de partida inicial, con una tramitación muy complicada y que llevará su tiempo desenmarañar. El nuevo vial de 1,7 kilómetros cuenta con distintas intersecciones diseñadas y supondrá una inversión millonaria por parte del Ejecutivo cántabro -unos 10 millones de euros según las primeras estimaciones- con el objetivo puesto en descongestionar de tráfico en el centro de Sarón y dar una salida rápida a las Villas Pasiegas hasta la A-8 o al revés, desviando del centro el tráfico que llega desde la A-8 o desde Obregón (Villaescusa).

Sobre la mesa, hasta el momento, había tres opciones posibles, una de ellas incluso contemplaba la construcción de un túnel que atravesaría el pueblo de Totero con salida dirección a Villacarriedo, que ha quedado totalmente descartada. Finalmente, los técnicos han optado por esta opción para desviar el tráfico del casco urbano, evitando el cruce de Sarón al ser la más viable y, también, la menos costosa.

La variante es una vieja demanda, sobre todo de los alcaldes pasiegos para conseguir una salida rápida a la A-8, salvando la travesía urbana de Sarón por la CA-142. No obstante, no todo el mundo comparte esta solución al cruce de Sarón ya que la ronda de circunvalación tiene también sus detractores entre el tejido empresarial, comercial y hostelero de Sarón, ante el temor de que el nuevo vial aísle a la localidad, hoy en día centro de servicios en la zona.

La Consejería de Obras Públicas ha conseguido desbloquear en poco más de un año los principales trámites administrativos de la variante, culminando con su salida a información pública ya con la opción definida, sin embargo aún queda mucho camino por andar. Así lo reconocía esta semana la propia Consejería que explicó que, a partir de ahora, se iniciaba una compleja etapa de tramitación, por lo que será complicado que las obras se inicien en esta legislatura.

Según el documento publicado por Obras Públicas el citado proyecto de Estudio Informativo se redactó en el año 2013, pero no fue hasta octubre de 2016 (tres años después) cuando se aprobó sometiendo el expediente a información pública con sus distintas alternativas. Asimismo, en diciembre de 2016, pasó a manos de la Dirección General de Medio Ambiente que, en agosto pasado, resolvió el trámite de evaluación ambiental mediante la formulación de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Tras ello, hace quince días que se aprobó el estudio informativo en Consejo de Gobierno y, la pasada semana, aparecía publicado en el BOC, donde se reflejan los condicionantes que tendrá que reflejar el proyecto y la futura obra.

Entre esos condicionantes, además de los ambientales, está la elaboración de todo tipo de informes y estudios, por ejemplo, sobre zonas de atropello, colocación de pantallas antirruido o protección del patrimonio, entre otras. Además, y dado que la justificación de la realización de este proyecto se basa en la funcionalidad y necesidades de descongestión del tránsito rodado en este ámbito, el proyecto definitivo deberá incorporar también un exhaustivo estudio del tráfico «actualizado a tiempo real» en el que se señale «el alcance actual y previsiones futuras» sobre la regulación vial para esta zona de tránsito entre el interior (hacia Selaya) y hacia el litoral por Villaescusa camino a la bahía.