Borrar
Jesús Ventura, corredor amateur de carreras extremas, se centra en el desierto del Atacama, en Chile, su próximo desafío

«Una vez que supero una meta, busco otros retos, por eso me voy a Atacama»

Jesús Ventura, corredor amateur de carreras extremas, se centra en el desierto del Atacama, en Chile, su próximo desafío

Héctor Ruiz

Sarón

Lunes, 16 de abril 2018, 08:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En la maleta de Jesús Ventura nunca puede faltar su bicicleta desmontada y un paquete de sobaos que le ayuda a superar cada uno de sus retos cuando le da el bajón. El aventurero sobre ruedas ya se ha enfrentado a pruebas anteriormente en el Sahara, Cuba e, incluso, llegó a conquistar el año pasado Colombia con 'La leyenda del Dorado', una de las carreras más extremas del planeta. A pesar de haber cruzado ya incontables líneas de meta, Ventura siempre está en busca de un nuevo reto que le sirva de aliciente para no dejar de lado su pasión. Por ello parte para Chile el próximo 24 de abril para participar en una competición de tres días por el desierto más árido del planeta: el Atacama. Él será uno de los cuatro españoles, y el único cántabro, que participe en esta carrera en la que hay inscritas personas de todo el mundo.

–En comparación con la prueba en la que participó el año pasado en Colombia, ¿qué reto le parece que es más complicado?

–Por etapas era más dura la de Colombia porque eran seis días, esta en cambio son tres. Sin embargo, hasta en una recta asfaltada te puede ir mal, siempre hay que tener mucho respeto a este tipo de competiciones, sobre todo teniendo en cuenta que se va a llevar a cabo en el desierto, lo que supone mucho calor y altitudes muy altas.

–¿Cuál es la sensación de estar pedaleando en lugares tan altos?

–Una vez que pasas los 1.500 metros todo se empieza a hacer cuesta arriba. En Colombia llegué a estar en una zona en la que ni siquiera crecía el café. Ahí se notan cosas muy raras en el cuerpo:presión, mareo, vómito... Hay que regular mucho la pedalada para no rendirse y acabar entregando la toalla.

«En los once años que llevo entrenando he sobrepasado los 100.000 kilómetros en bicicleta»

–¿Se ha llegado a plantear el abandono en alguna ocasión?

–Tengo un espíritu muy aventurero, soy muy luchador y tengo mucha constancia desde siempre, así que hasta el momento no me he planteado rendirme en una prueba.

–¿Cómo se prepara para enfrentarte a este tipo de retos?

–Es como prepararte una oposición, todos los días tienes que hacer algo:gimnasio, fondo, altura... Entre una y dos horas diarias para no desentrenarte y no coger peso. Concretamente, para la prueba de ahora en el desierto voy a la playa de Somo para coger estabilidad sobre la arena.

–Imagino que no asuma este reto con la idea de llegar el primero a la meta.

–Así es;terminar este tipo de pruebas es el premio para mí, porque son muy duras. Yo siempre rezo para que no me pase nada y llegue a terminar la competición.

–¿El ambiente es muy competitivo?

–Hay de todo. Yo diría que un 20% es gente joven y profesional que sí vive de esto y a los que exigen llegar los primeros. Sin embargo, el restante 80%, en el que yo estoy incluido, somos más aficionados que vamos únicamente a disfrutar del abanico de colores que te ofrece estas experiencias.

–¿El ciclismo es un deporte solitario o de equipo?

–Yo siento el apoyo y la admiración de mis amigos, mi familia y, en especial, de mis hijos, lo que hace que no te rindas nunca. Además, en estas competiciones conoces a muchas personas que te echan una mano o te buscan alojamiento cuando tienes que irte al otro lado del mundo.

–¿Anima a sus hijos a que sigan tu camino?

–Lo he intentado, pero me han salido futboleros. El ciclismo es muy duro y te tiene que gustar sufrir hasta el punto de ir con la lengua fuera, de lo contrario no hay nada que hacer.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios