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Domingo, 1 de mayo 2016, 11:24
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La Residencia La Caridad recibirá este miércoles, 4 de mayo, la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Santander como reconocimiento, en su centenario, a la labor social de este centro, que en la actualidad presta servicio asistencial a más de 300 mayores, en su residencia y su centro de día.
La ciudad se suma a las celebraciones de este aniversario otorgando al centro uno de los mayores reconocimientos que recoge el Reglamento de Títulos, Honores y Distinciones del Consistorio santanderino, ha destacado el alcalde, Íñigo de la Serna, en una nota.
El presidente de la Residencia La Caridad, Domingo Salas, será el encargado de recoger la Medalla en un acto que se celebrará en el Paraninfo de la Magdalena, a partir de las ocho de la tarde.
La Medalla de Oro de Santander se otorga como recompensa a aquellas personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, que se hayan distinguido en cualquier rama de la cultura, el espectáculo, el deporte, la ciencia, la economía, la acción social o la comunicación, por una larga trayectoria de servicios eminentes y excepcionales a la ciudad.
Con esta distinción se quiere reconocer la labor social desarrollada por la Residencia La Caridad desde su nacimiento como entidad benéfica hasta la actualidad, convertida en un centro moderno con 271 plazas de asistencia 24 horas y un centro de día para 40 personas.
"La Residencia La Caridad es un referente en Santander, por su historia, por su trayectoria, por la calidad de la asistencia que ofrece a los residentes y a los usuarios del centro de día y por el nivel profesional de todos quienes, con ilusión y dedicación, trabajan cada día para atender a las necesidades de las personas mayores", ha afirmado el alcalde.
La Caridad celebra el centenario de su reconocimiento como "entidad benéfica de carácter particular", que tuvo lugar en el año 1916, aunque sus orígenes se remontan a 1890, cuando el Ayuntamiento de Santander creó un pequeño asilo para mendigos y niños abandonados en el antiguo hospital municipal de Calzadas Altas.
En 1903 un incendió acabó con el asilo, que hubo de ser reconstruido y reformado y diez años más tarde, en 1913, el Ayuntamiento encargó su gestión a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, cuya orden prestó servicio en el centro hasta 2002. A partir de 1916, el centro desarrolla una ingente actividad asistencial, dirigida primero a niños y personas necesitadas y, posteriormente, al cuidado y asistencia a personas mayores.
En la actualidad, cuenta con unas instalaciones de más de 12.000 metros cuadrados, que acogen una residencia, que atiende a 271 personas, y un centro de día, con 40 plazas. La plantilla está formada por 145 profesionales y los servicios que presta son de carácter sanitario, psicosocial y general (atención médica, cuidados de enfermería, control y seguimiento de tratamientos, medidas higiénicas, etcétera).
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