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Gema Igual, Silvia Gómez Ríos y Pedro Terán Ricondo descubren la placa
Santander recuerda a Julia, Eutimio y Antonio 25 años después del atentado de ETA en La Albericia

Santander recuerda a Julia, Eutimio y Antonio 25 años después del atentado de ETA en La Albericia

"Ya no mata, pero está en las instituciones manejando grandes presupuestos", denuncia el exdelegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Cantabria

consuelo de la peña

Domingo, 19 de febrero 2017, 19:17

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El 19 de febrero de 1992 ETA perpetró el atentado más salvaje en Santander. Mató al matrimonio formado por Julia Ríos y Eutimio Gómez y al joven de 28 años Antonio Ricondo, e hirió a 19 personas. Un cuarto de siglo después, en el lugar del atentado, en La Albericia, una placa les recuerda, a ellos y todos los que sufrieron la barbarie del terrorismo. Porque no se trató de un hecho aislado. Ese mismo mes ETA fue sembrando de cadáveres muchas ciudades del país. Mató a dos militares en Barcelona y cinco en Madrid, a un policía nacional en Murcia y a un guardia civil en Getxo (Vizcaya). Por eso, la corona de laurel que la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual, colocó a los pies del monolito se convirtió en una ofrenda a todas las víctimas y en un llamamiento ciudadano para que siempre estén en el recuerdo.

La hija del matrimonio, Silvia Gómez Ríos, y un primo de Antonio Ricondo, Pedro Terán Ricondo, junto con la alcaldesa descubrieron ayer, a las doce del mediodía, una placa en el monumento erigido en el lugar del atentado en memoria de los fallecidos aquel 19 de febrero de 1992, cuando un coche bomba explotó al paso de un furgón policial matando a tres personas y dejando una veintena de heridos.

Fue un acto silencioso, emotivo, como todos los que salen del corazón, que reunió en La Albericia a las autoridades políticas e institucionales de la ciudad, además de familiares y amigos de los fallecidos.

Silvia Gómez, que apenas tenía 18 años cuando el atentado arrancó de su vida a sus padres, es hoy una mujer madura. En primera fila en el homenaje y acompañada por su hija, pero sin muchas ganas de protagonismo, sólo tenía palabras de gratitud. "Estoy agradecidísima a todos porque no olvidan y no soy yo la única que los recuerda. Siento el cariño de la gente todos los días, por eso lo único que puedo hacer es dar las gracias por ese cariño que me llega a diario y por no sentirme sola en estos momentos», señaló a este periódico tras el homenaje. Sabedora de que no está sola, la hija de Julia y Eutimio les recuerda "todos los días porque todos los días me hacen falta en algún momento", y así no mueren del todo.

Pedro Terán Ricondo tiene un hijo de 28 años, la misma edad que tenía su primo Antonio cuando ETA segó su vida, y desde entonces ya nada fue igual. Apenas puede contener las lágrimas cuando habla y se advierte su esfuerzo para mantener la calma. "Estos días te vienen a la cabeza recuerdos muy tristes, la familia... es todo muy triste", reflexiona cabizbajo, lo que no le impide reclamar, esta vez con firmeza, que "no se olvide esto. El terrorismo ha marcado al país y lo grave es que cuando los terroristas salen de la cárcel reciben homenajes. Quieren que sus presos vuelvan a las prisiones de su ciudad, y yo les digo: cuando los muertos vuelvan a su casa".

En la misma línea se expresó momentos antes Javier Rodríguez, exdelegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Cantabria, muy firme a la hora de alertar de que "ahora que los terroristas han sido derrotados policialmente, quieren blanquear la historia. Tratan de hacer pasar a los que trataron de imponer la ideología del terror por políticos demócratas de toda la vida, a verdugos por víctimas, a delincuentes por hombres de paz. Flaco favor nos haríamos como sociedad si se lo permitimos hacer. Nos jugamos mucho, hay que impedir que tergiversen la Historia, que sigan inoculando su odio en las nuevas generaciones de jóvenes", pidió a todos.

Recordó que "ETA hoy no mata, pero tampoco se disuelve. Ya no extorsiona, pero está en las instituciones manejando un importante presupuesto", señaló en alusión a la presencia de antiguos miembros de la banda terrorista en ayuntamientos del País Vasco y Navarra. "Sus pistoleros salen de la cárcel sin arrepentimiento, sin cumplir íntegramente el máximo de la pena y sin colaborar en el esclarecimiento de más de 300 crímenes pendientes de resolver. Y a los que allí viven y no piensan como ellos, se les sigue haciendo la vida imposible: se les insulta, amenaza y coacciona", denunció.

Rodríguez hizo hincapié en que, entre las víctimas, "nunca ha habido ni tan siquiera un conato" de tomar la justicia por su mano, porque siempre han confiado en la Justicia y en el Estado de Derecho. "Por eso nos duele tanto ver día sí y día también la salida de la cárcel de los asesinos de nuestros seres queridos, de los que nos destrozaron las vidas y ver cómo se les hacen homenajes en sus pueblos como si fueran héroes, cómo se les entrevista en las radios y televisiones como si su opinión fuera trascendental, cómo a su portavoz se le tilda de hombre de paz cuando ha cumplido condena por actividad terrorista, cómo se subvenciona desde las instituciones a asociaciones afines a sus interés", lamentó.

El representante de las víctimas del terrorismo recordó que hubo muchos héroes, como Julia, Eutimio y Antonio, o los dos policías nacionales que iban en el furgón aquel fatídico día, Benito Sainz y Francisco Vega, y resultaron heridos graves, a quienes la sociedad no puede defraudar, ni a "los que dieron su vida por su país y por la libertad de todos". A su juicio, "es misión de la sociedad empujar a los políticos" en ese camino, porque "si no lo hacemos su vida habrá sido entregada en balde".

Grito silencioso

La alcaldesa, anfitriona del acto, lanzó "un grito silencioso de rechazo rotundo en contra del terrorismo" e instó a los ciudadanos a no caer en el olvido y a decir "en nombre de las víctimas, alto y claro, que el terrorismo, sea del signo que sea, no tiene lugar en nuestra sociedad". Igual trasladó la repulsa de todos los asistentes hacia los actos de violencia y hacia quienes los perpetran, los amparan o los defienden y advirtió: "Nadie va a poder imponernos el miedo. Nadie nos va a quitar la libertad. Nadie va a apoderarse de nuestras vidas". Y, refrendando el discurso de su predecesor, la regidora santanderina pidió a los ciudadanos que muestren una postura firme y unánime en defensa de los valores de nuestra sociedad, de la democracia, del Estado de Derecho, de la libertad, de la seguridad de todos, de la democracia y del derecho a vivir en paz. "Para eso estamos hoy aquí, para rendir homenaje y recuerdo a todos aquellos que sufrieron la violencia bárbara y cruel del terrorismo, y también para defender nuestra libertad y los valores democráticos de una sociedad civilizada como la nuestra, que está radicalmente en contra de cualquier tipo de violencia", subrayó.

Mirando a Silvia, la hija de Julia y Eutimio, señaló que ella, como los familiares de Antonio Ricondo, son "testigos de primera mano de la devastación personal que arrastra tras de sí el terrorismo, de las consecuencias que deja en quienes pierden a su familia y una muestra palpable de la injusticia de la barbarie terrorista". Igual recordó aquellos años terribles en los que ETA estaba plenamente activa, "unos años que no debemos dejar que se borren de nuestra memoria, porque España sufrió como pocos países la barbarie terrorista y no podemos consentir que se repita", sentenció.

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