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Fernando Lezcano, en el Centro Hospitalario Padre Menni.
"El profesor debe quitarse el miedo para integrar al alumno con problema mental"

"El profesor debe quitarse el miedo para integrar al alumno con problema mental"

El pedagogo Fernando Lezcano, ponente en las jornadas de Padre Menni, defiende la creación de aulas terapéuticas en los colegios. "En Cantabria se necesitan al menos 11"

Ana Rosa García

Miércoles, 1 de marzo 2017, 07:06

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"El primer paso de cara a la inclusión en el aula de los menores con algún problema de salud mental es que los profesores pierdan el miedo, que siempre nos bloquea. Y la forma de combatirlo es con información". Con estas palabras, el pedagogo Fernando Lezcano, doctor por la Universidad de Burgos, abogó en Santander, durante las jornadas organizadas por el Centro Hospitalario Padre Menni, por "ponernos las pilas", "demandar cursos de formación" y hacer realidad esa llamada a la integración y a la colaboración entre la sanidad, la educación y los servicios sociales que hasta ahora se ha quedado sólo en el papel. "Tenemos que convencer a los profesores de que estos niños no son sólo responsabilidad de los psiquiatras, sino también suya. No se les puede expulsar del sistema educativo tras conocer el diagnóstico". En su intervención, defendió la creación de aulas terapéuticas, dentro de los centros ordinarios.

"Nadie se queja cuando a un niño que se le ingresa por cualquier otra enfermedad, pongamos el ejemplo del cáncer, acude al aula hospitalaria para no perder el curso y, cuando se recupera, vuelve a clase. En salud mental, ese regreso casi nunca existe", denunció. "El colectivo de salud mental ha llegado tarde a casi todo. Se ha focalizado la atención en la parte sanitaria, para tratar la sintomatología y reducir las causas, pero los estudios se dejan olvidados y con ello les estamos vetando un futuro profesional".

Lezcano consideró que "tenemos que quitarnos de la cabeza el discurso de que estos alumnos con patología mental son un problema sanitario, porque son un problema sanitario y educativo". De hecho, señaló que varios estudios de EE UU demuestran que "si trabajamos correctamente en la escuela, podemos evitar la incidencia de algunas patologías psiquiátricas".

Como investigador en la materia, presentó una estimación de los recursos que Cantabria necesitaría a día de hoy para dar una correcta respuesta educativa a los menores con enfermedad mental: "Si extrapolamos los datos nacionales, que cifran entre un 15% y un 20% la población que tiene patología psiquiátrica, y nos centramos en los niños que necesitan una atención especializada durante un tiempo prolongado desde Primaria hasta Bachillerato, el resultado son 110 personas (aproximadamente un 0,6%), que los psicólogos y psiquiatras llaman pacientes y que yo llamo alumnos".

Para ofrecer una atención correcta, apuesta por grupos de diez personas, con lo que "Cantabria necesitaría once unidades", concluyó. Un horizonte que juzgó imposible si en las escuelas se sigue pensando que "se trata de pacientes crónicos, que no se recuperan y que son violentos, impredecibles y vagos. La postura del profesor es la de como no sé que hacer con este niño, que se encarguen los psiquiatras, pero que me quiten el problema de aquí". Esta es una de las conclusiones extraídas de un reciente estudio en el que ha participado Lezcano, a partir de las entrevistas realizadas a los docentes. Por eso, insistió en la necesidad de cambiar esta actitud y de ofrecer recursos. "De lo contrario, ¿dónde queda el derecho a la educación de estos niños?", se pregunta. Insiste en acabar con el "absoluto desconocimiento existente" en el ámbito educativo sobre los trastornos psiquiátricos graves (esquizofrenia, trastorno bipolar...) y buscar soluciones para que los alumnos con enfermedad mental "no se queden en tierra de nadie", de lo contrario "siempre tendremos una asignatura pendiente".

El foro organizado por Padre Menni, con la asistencia de más de 300 personas, contó también con la participación de Ricardo Canal Bedia, profesor de la Universidad de Salamanca e investigador del Instituto Carlos III, que señaló también la integración en el ámbito educación como "el mejor tratamiento" para los afectados por trastornos del espectro autista(TEA). Recordó que la "estrategia atencional" es peculiar y los educadores deben ser conscientes de que necesitan comunicarse con estos alumnos por métodos específicos y contrastados. Por su parte, la psicóloga infantojuvenil centró su conferencia en las fórmulas para prevenir y corregir la violencia en el ámbito escolar, pero también en los nuevos ámbitos tecnológicos, como el ciberbullying (acoso por las redes), happy slapping (grabar y difundir una agresión premeditada) o la sextorsión (acoso por imágenes comprometidas). "Tanto en la víctima como en el agresor suele detectarse una baja autoestima, y el segundo en no pocos casos presenta un trasfondo familiar conflictivo y una falta de conciencia sobre la gravedad de sus acciones", aseguró.

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