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El Centro Botín, en una imagen tomada la pasada semana durante las pruebas de iluminación.
El Centro Botín abrirá sus puertas al público el 23 de junio

El Centro Botín abrirá sus puertas al público el 23 de junio

La Fundación, que este jueves ha desvelado el contenido del proyecto, prepara un programa inaugural para la semana en la que se cumplen cinco años de la construcción

Guillermo Balbona / Violeta Santiago

Jueves, 30 de marzo 2017, 07:12

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El Centro Botín, la infraestructura cultural y arquitectónica más importante de los últimos años de Santander, abrirá en junio sus puertas al público. Una semana configurada por diversos actos inaugurales, del 19 al 23 de ese mes, servirá para poner de largo el edificio concebido por Renzo Piano. Precisamente por esos días el proyecto cumplirá cinco años de construcción, dado que las obras se iniciaron el 19 de junio de 2012.

  • Septiembre de 2010

  • Renzo Piano visita por vez primera Santander. El arquitecto genovés se enfrentó a la bahía santanderina antes de proponer un diseño para el edificio.

  • Junio de 2011

  • Vicente Todolí, asesor de Artes Visuales. El prestigioso experto en Arte se suma al proyecto como asesor para los futuros contenidos artísticos del Centro.

  • Diciembre de 2011

  • El arquitecto presenta su proyecto arquitectónico definitivo. Renzo Piano opta por soterrar el tráfico en las inmediaciones del centro, que se estima en ese primer momento que costará 77 millones de euros.

  • Junio de 2012

  • Se inician las obras de forma oficial. Y solo unos meses después se inicia la construcción del paso subterráneo.

  • Julio de 2013

  • Comienza el montaje de la gran estructura. Los plazos de la construcción se cumplen y hay optimismo sobre la fecha de finalización.

  • Abril de 2014

  • Nueva Oficina de Turismo de los Jardines de Pereda. La nueva instalación también ha sido diseñada por el arquitecto italiano.

  • Julio de 2014

  • Inauguración de los Jardines de Pereda. Los clásicos jardines del centro fueron remodelados por Carlos Caruncho.

  • Diciembre de 2014

  • Las obras van tan lentas que se habla de paralización. La Fundación Botín desmiente que esté parada la construcción, aunque se ve obligada a reconocer problemas.

  • Marzo de 2015

  • Empieza a revestirse de cerámica el exterior. El particular recubrimiento del edificio toma forma. Los ciudadanos participaron eligiendo piezas, a las que pusieron sus nombres y una frase.

  • Enero de 2014

  • Se instalan los muros de cristal. Se da otro paso importante en la construcción con la colocación de las paredes de cristal, uno de los signos de identidad.

  • Julio de 2016

  • Última visita de Renzo Piano a la obra. Hace ya casi un año que el arquitecto no viene a Santander.

  • Enero de 2017

  • Se traslada la Grúa de Piedra. La emblemática estructura se saca de su emplazamiento habitual para ser restaurada y volver a colocarla.

La Fundación Botín ha desvelado este jueves por la mañana el contenido del "proyecto artístico y social" de su nueva sede, e informado de los pasos que se darán hasta el día de la apertura. Como ya avanzó este periódico, la institución santanderina que preside Javier Botín barajaba desde hace tiempo la posibilidad de encajar la apertura del edificio a lo largo de junio. Finalmente, las fechas claves elegidas serán el jueves 22 de junio, al acoger el programa institucional y artístico, y el viernes 23 será la jornada de puertas abiertas al público.

El edificio, que el arquitecto genovés Piano ha levantado sobre el muelle de Albareda, afronta ya los flecos de su construcción. El doble volumen, Este y Oeste, que se ha planteado como un espacio para el arte destinado a generar una programación cultural y educativa, está prácticamente concluido, según fuentes de la constructora. Los próximos meses de abril y mayo se dedicarán a la revisión de detalles de las salas, espacios y dotaciones de esta edificación que sufrió ralentizaciones, demoras y problemas técnicos hasta la aceleración que se registró en el último año. En el primer trimestre de 2017 se abordaron en la zona del pachinko el entramado de pasarelas y escaleras que vincula ambas partes del inmueble, una de las singularidades de la arquitectura del proyecto que dio sus primeros pasos en 2010.

Íñigo Sáenz de Miera, director general de la Fundación Botín, Fátima Sánchez y Benjamin Weil, directora ejecutiva y director artístico del Centro Botín, respectivamente, han informado este jueves sobre la forma en que se escalonarán los actos para la apertura.

La idea es arrancar con una triple exposición con propuestas para todos los gustos. Por un lado podrá verse la instalación creada ad hoc por el artista belga Carsten Höller, a quien se invitó ya en 2013 a convertirse en el primer protagonista de este nuevo espacio que aspira a tener relevancia internacional. De otro, habrá una exposición de dibujos de Francisco de Goya, aprovechando que la Fundación Botín colabora con el Museo del Prado en una magna catalogación de los bocetos del pintor aragonés. Este proyecto lleva más de dos años en marcha. Finalmente, se podrán admirar piezas de la colección de la propia Fundación.

Conciertos y visitas

Además, conciertos y una agenda de visitas y de puertas abiertas a diferentes colectivos integrarán la hoja de ruta de las varias jornadas inaugurales del Centro, que luce ya al completo su 'piel' de cerámica. Ahora se está trabajando en los detalles de iluminación y en adecentar las zonas ajardinadas y senderos de las zonas vinculadas a los Jardines de Pereda y el paso ciudadano hasta el límite del muelle.

La 'piel' de cerámica del edificio, uno de los elementos fundamentales de su singularidad e integración en el entorno, afrontó su instalación más delicada en determinadas zonas curvas y de conexión hasta cubrir la superficie del Centro con más de 280.000 piezas. La zona denominada el muelle, un espacio de 372 metros cuadrados de acceso aledificio Oeste, también ha sido objeto de sucesivas labores destinadas al área de ocio donde se ubican el restaurante y la tienda, en las últimas semanas.

La instalación de la pantalla gigante de doce por seis metros y más de siete toneladas, ubicada ya de forma permanente frente al anfiteatro del Centro Botín, se convirtió el pasado otoño en una de las últimas acciones que requirió el regreso de las grúas a la obra. En el interior del Centro ya está ultimada la instalación general. El mobiliario de ambos edificios, mínimo en el caso del destinado a las grandes superficies de exposiciones cifradas en 2.500 m2, no será visible hasta los días previos a la inauguración.

La pasarela inferior de quince metros, a modo de trampolín, que se adentra en la bahía estructura metálica de la pasarela que vuela sobre el cantil del muelle y la configuración las estructuras centrales que comunican ambos volúmenes acapararon otros de los trabajos recientes. Esas plataformas y pasarelas que unen en altura las dos construcciones, servirán como distribuidor exterior de visitantes del Centro.

En paralelo a la construcción del edificio se abordó el soterramiento del paso del tráfico y la ampliación y reforma, esta ya más polémica, de los Jardines de Pereda. En estos años la Fundación Botín ha optado por evitar el compromiso público con cualquier plazo o fecha sobre el final de las obras.

Con motivo de la retirada de la valla del aparcamiento del ferry, en el acto simbólico de la primera piedra en 2012 sobre el solar que ahora ocupa el edificio, el entonces presidente de la entidad, Emilio Botín, anunció la intención de concluir la construcción dos años después con la vista puesta en el Mundial de Vela que se celebró en la bahía santanderina. Poco después del fallecimiento del artífice del proyecto, el Centro vivió sus primeros problemas en la construcción que provocaron la ralentización del proceso. Lo más grave se detectó durante el segundo semestre de 2015 cuando las obras, al menos en su cara más visible, llegaron casi a paralizarse, aunque continuaron los trabajos en lo que se refiere a equipamientos del interior.

Tras las deficiencias en la estanqueidad y corregidos los errores estructurales de los muros cortina que casi paralizaron las obras durante meses y obligaron a renunciar a la subcontrata de una empresa holandesa se sucedieron las especulaciones sobre el futuro del edificio. La Fundación Botín admitía que se equivocó al ponerse plazos "excesivamente ambiciosos" para concluir el centro de arte y reconocía que habían surgido problemas técnicos y económicos.

Desfase de 20 millones

La Fundación destinó 80 millones de euros al proyecto, de los cuales 15 corresponden a la construcción del túnel y otros tantos a la remodelación de los Jardines. Pero el presidente Miguel Ángel Revilla reveló en otoño de 2015 que el desfase económico podría estar en torno a los 20 millones de euros.

En todo momento la institución ha cifrado en más de doce millones la inversión para programación y mantenimiento. Desde el inicio del proyecto la Plataforma en Defensa de la Bahía fue la más combativa con el Centro, contraria a su ubicación. No obstante el Tribunal Supremo ratificó la legalidad del Plan Especial del Puerto de Santander que permitió construir en el muelle de Albareda y las restantes actuaciones.

El proyecto del Centro Botín, que encara su recta final antes de la apertura, tuvo su punto de partida hace siete años con la primera visita de Renzo Piano a Santander. En 2012 el arquitecto presentó el proyecto definitivo, cuyas maquetas serían objeto de una exposición pública y de algunos debates convocados por la Fundación. Piano, para quien la arquitectura es una búsqueda, está convencido de que en el caso del edificio frente a la bahía el debate previo fue esencial para su desarrollo. En 2014 tuvo lugar la apertura al tráfico del túnel bajo el edificio y la inauguración de la reforma parcial de los Jardines de Pereda.

Desde el inicio de 2016 las especulaciones sobre el final de la obra afrontada por UTE OHL-Ascán han sido constantes.

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