Oria reconoce su "preocupación" porque los recortes del Gobierno afecten al plan contra incendios

"Yo también estoy preocupado", admitió Oria cuando el podemita José Ramón Blanco, primero, y el popular Luis Carlos Albalá, después, le preguntaron por esa posibilidad. "Pero si el Gobierno de España responde a las demandas de Cantabria, esos recortes no serán necesarios", añadió optimista.

Proyecto en mano, el consejero acudió ayer al Parlamento cántabro para comparecer a petición propia ante la comisión correspondiente y desmenuzar allí los contenidos de un plan estructurado en seis objetivos generales y 26 específicos que se desarrollará a lo largo de los próximos cuatro años, hasta 2020, y que estará dotado con una partida de 26 millones de euros si los recortes lo permiten.

Según explicó Oria, el plan nace, en resumidas cuentas, con el propósito final de reducir un 20% el número de incendios que se producen anualmente en la región y un 33% la superficie que esos fuegos arrasan, números con los que la Consejería se daría por satisfecha a la vuelta de cuatro años.

"Entre 2009 y 2014, en Cantabria se ha registrado una media de 730 incendios al año que han arrasado 45.000 hectáreas", enumeró Oria. "Además, en este tiempo se han producido algunos episodios de extrema gravedad, como las 400 hectáreas que el año pasado se quemaron en apenas 15 días", subrayó también el consejero.

Esos incendios, añadió a continuación, no se produjeron solos. "El 81% fueron intencionados y el 13% provocados por negligencias", de tal modo que el 94% son atribuibles a la mano del hombre. Del resto, "un 5% se iniciaron por causas desconocidas y únicamente un 1% por causas naturales".

Con estos porcentajes en la mesa, "hay que comenzar cuanto antes" el desarrollo de un plan que Oria califica como "un reto al fatalismo" y "una apuesta de largo recorrido" que a su modo de ver debe comprometer "a todos".

Respaldo unánime

El consejero, que aseguró que la llamada Mesa del Fuego (en la que participan un total de 41 organismos) va a seguir vigente tras la aplicación de este plan, quería escuchar la opinión de los grupos parlamentarios, en los que encontró un respaldo unánime al proyecto.

Así, Luis Carlos Albalá (PP) expresó el "apoyo incondicional" de su grupo político al documento presentado por Oria si bien aseguró que el PP se mantendrá "vigilante" para que se cumpla el programa económico previsto por una consejería que, se teme, podría verse afectada por los recortes anunciados por el Gobierno de Cantabria.

En esta línea, José Ramón Blanco (Podemos), que preguntó al consejero si los contenidos de ese plan "se van a respetar solo hasta que cuatro zumbados amenacen a Revilla con un campano", dudó que "con los recortes que planea el Gobierno regional su consejería vaya a poder asumir los gastos que conlleva su ejecución", pero reconoció que el plan "nos gusta" y dio también su visto bueno.

El círculo de apoyos se cerró con el beneplácito de Guillermo del Corral (PSOE), de Fernando Fernández (PRC) y de Juan Ramón Carrancio (Ciudadanos), satisfechos con la propuesta del consejero.