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La estación de alquiler de Puertochico, una de las más utilizadas por los vecinos y los turistas. DM
El alquiler de bicicletas municipales se desploma en Santander un 44% desde 2013

El alquiler de bicicletas municipales se desploma en Santander un 44% desde 2013

El Consistorio mantiene el proyecto para construir nuevas estaciones de préstamo porque «es un servicio externalizado con el que el no pierde dinero»

José Carlos Rojo

Santander

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Domingo, 17 de diciembre 2017

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Desde que se alquilara la primera bicicleta municipal en 2008, cuando se estrenó la iniciativa, la demanda del servicio alcanzó un punto máximo desde el que ya solo ha caído en picado. Se ha pasado de los 43.018 préstamos del año 2013, a los 24.330 que se cuantifican en este año, a pocas semanas de que finalice el ejercicio. Hay quien apunta al clima adverso, a la complicada orografía de una ciudad plagada de cuestas, al incremento del precio de los alquileres o incluso a la compra de bicicletas privadas.

«El dato parece malo, pero tiene todo el sentido del mundo», aclara el concejal de Medio Ambiente, Movilidad Sostenible y Servicios Técnicos, José Ignacio Quirós. «Nuestro objetivo es generar un hábito. El ciudadano ha comenzado a probar la bicicleta municipal y ha terminado por comprar la suya». «Ha sucedido igual en todas las ciudades que conocemos. Primero hay un pico de alquileres nada más estrenar el servicio y luego van cayendo; pero eso no quiere decir que la gente no vaya en bici», recalca.

Los usuarios se quejan del peso del modelo de bicicleta que se presta, que ya es pieza clave de la postal santanderina, con la cesta anclada al manillar y un vistoso guardabarros azul en la rueda trasera. Hay 200 en servicio en toda la capital cántabra repartidas por las 17 estaciones; «Pero pesa demasiado, especialmente para una orografía como la de Santander, donde las cuestas son habituales. «Lo lógico es que se hiciera como en otras tantas ciudades europeas en que se alquilan bicicletas eléctricas, lo más parecido a una motocicleta pequeña», defiende Rafael Casuso, presidente de la asociación Cantabria con Bici y uno de los artífices del Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria (PMCC). «Probablemente si se alquilaran estas nuevas bicicletas el servicio volvería a experimentar un repunte», afirma Casuso; aunque no es algo que convenza al consistorio santanderino.

«El modelo eléctrico se utiliza mucho en aquellas grandes urbes que no están preparadas para la circulación con carriles específicos. Allí donde hay ir por la carretera». «Permite circular por la calzada a la misma velocidad del tráfico porque de lo contrario te arrollan», explica el concejal Quirós.

En medio de todo ello opinan algunos usuarios, que ven el verdadero problema en el contrato que el Ayuntamiento mantiene con la empresa concesionaria. Porque es un servicio deficitario, de eso no cabe ninguna duda. «Lo que ocurre es que la gestión de los préstamos de bicicletas municipales (TUS-BIC) está externalizada a la empresa JCDecaux, que lleva también en el mismo contrato la explotación de la publicidad en las marquesinas de los autobuses de la ciudad. Y es ahí con lo que de verdad alcanza la rentabilidad que le permite mantener las bicicletas», aclara el concejal. En la rúbrica de ese contrato -con vigencia hasta 2025- se encuentra el escollo, porque mantiene al consistorio atado de pies y manos porque en ningún punto contempla la renovación del parque de bicicletas. Para cambiar esas condiciones sería preciso romper el actual acuerdo, previa indemnización, y eso sería muy costoso.

El retraso de los carnés

Son ya varios los usuarios que se han quejado del servicio por el retraso en la emisión de los carnés anuales de nuevos abonados. Según fuentes de JCDecaux, un problema con la troqueladora ha retrasado la elaboración de las tarjetas; pero a día de hoy está resuelto. Sin embargo, algunos de esos usuarios, que pagaron el abono hace ya dos meses, aún no han recibido la tarjeta que facilita el alquiler de las bicicletas.

Las quejas llegan también por las tarifas. A nadie se le escapa el incremento del precio de los alquileres, que ha sido progresivo durante estos años y que ha encarecido el abono anual casi un 200%. Para algunos de los usuarios más críticos, el uso de la bicicleta municipal ha quedado reducido al ámbito del ocio, con especial incidencia en verano, cuando se potencia con la afluencia turística y en los fines de semana. «Todo lo contrario a lo que se supone que buscan en el Ayuntamiento», concreta Román Palacios, de la asociación Cantabria con Bici.

Más estaciones en el Ayuntamiento y en Valdecilla

Se construirán dos grandes aparcamientos cubiertos y videovigilados en Valdecilla Norte y en las Estaciones. Cada uno contará con 60 plazas: 30 para residentes y 30 de rotación. También está en presupuesto -887,071 euros- la construcción de cinco aparcamientos modulares para bicicletas, con 14 plazas cada uno. Se situarán en el Ayuntamiento, en Puertochico, Numancia, plaza de Pombo y la Alameda. En conjunto, se habilitarán 190 plazas nuevas de aparcamiento cubierto. También se contempla la instalación de dos nuevos puestos de préstamos de bicicletas del sistema TUS-BIC en el Ayuntamiento y la plaza del Hospital Valdecilla, con 25 puntos de amarre cada uno de ellos. Además, a lo largo de todo este recorrido se colocarán 50 horquillas de aparcamiento.

Los datos de uso ofrecidos por la propia empresa concesionaria no dejan lugar a duda. El uso se intensifica a partir de las 12.00 horas, los fines de semana y los puntos de alquiler que más actividad registran son las del Paseo de Pereda y la plaza de las Estaciones. Los meses de mayor actividad son junio, julio, agosto y septiembre.

«Si lo que se busca es afianzar el uso de la bici como medio de transporte alternativo, se deben trabajar ahora otros frentes», especifica Palacios. «Lo primero que hay que hacer es ayudar a que la gente que tiene bicicleta propia pueda dejarla en la calle con la seguridad de que no va a sufrir un robo, y para eso es fundamental que se habiliten más aparcamientos vigilados en el centro de la ciudad, donde la gente no tiene garajes».

También importa la facilidad de tránsito. «Hay que aprender a ir por la calzada, pero hay que hacerlo de manera segura», zanja Rafael Casuso, que ha defendido esa idea en numerosas ocasiones como promotor del PMCC. «En Bruselas o Benidorm existen carriles que valen para el Bus, el taxi y las bicicletas. Aquí podríamos hacer lo mismo para el Metro-TUS y no lo han contemplado».

El proyecto del consistorio va hacia otro lado. En ningún caso baraja añadir un vehículo más a las carreteras del centro de la ciudad, que especialmente desde la construcción del carril del Metro-TUS presentan mayores dificultades al tráfico. Y para cualquier modificación de la ordenanza ciclista habrá que esperar aún a la aprobación del nuevo reglamento de tráfico.

«En todo caso tendría mucho sentido que las bicicletas pudieran circular por aceras que fueran al menos de tres metros de anchura», resalta Quirós. «Lo más importante es concienciar a la gente de que es el medio de transporte más sostenible y también el más rápido. Por eso nosotros vamos a continuar en nuestro esfuerzo por implantar su uso, y por eso tenemos en proyecto la potenciación del itinerario ciclista de Puertochico a Valdecilla», remarca Quirós. La incógnita seguirá siendo la respuesta que el ciudadano, el uso que haga del servicio; pero vista la tendencia, todo apunta a que la demanda seguirá cayendo.

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