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Las ocho plantas del edificio número 11 de la santanderina calle Burgos están ocupadas por oficinas. María Gil Lastra

Los vecinos afectados por la fuga de agua en la calle Burgos no están dispuestos a pagar la factura

No abonarán nada «hasta que quede claro qué ha pasado». El edil de Medio Ambiente se reunirá mañana con ellos

José Carlos Rojo

Santander

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Jueves, 19 de abril 2018, 18:50

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Entre los vecinos aún impera la incredulidad: «¿Una fuga de 22 millones de litros? ¿Y no hay ni rastro del agua por ningún lado? Esta factura es imposible. No me lo creo, lo siento». Las sospechas de Justo González, gerente de una asesoría en la segunda planta, son compartidas por muchos de los vecinos del número 11 de la calle Burgos, que debe a Aqualia una factura trimestral de agua de 62.799 euros. «Somos todo oficinas. El gasto de agua que se hace aquí es el baño, y como comprenderás es irrisorio», agrega. Nadie se explica por ahora cómo esa ingente cantidad de agua no ha causado estragos en los bajos del inmueble. «En la reunión que tuvimos con el administrador para ver qué hacíamos con este caso, uno de los vecinos, veterano, nos comentó que conoce el edificio desde hace 50 años y que por aquel entonces, cuando se construyó el túnel que aloja los bajos comerciales, tuvieron que canalizar un manantial que discurría por la zona», informa Justino Sánchez, secretario de comunicación del sindicato USO, que tiene ocupada toda la planta quinta del edificio –el inmueble tiene ocho–. «Si tuviéramos que pagar toda la factura, a nosotros nos corresponderían más de 11.000 euros. Imagínate cómo estamos porque nosotros pagamos de media unos 33 euros», advirtió ayer.

«¿Una fuga de 22 millones de litros? ¿Y no hay ni rastro del agua por ningún lado? No me lo creo»

Justo González | Afectado

A media tarde, el Ayuntamiento avanzó a este periódico que el concejal de Medio Ambiente, José Ignacio Quirós, se reunirá con la comunidad de propietarios mañana, viernes. La cita es clave, porque buena parte del montante de esa factura corresponde al canon de abastecimiento y alcantarillado. «Hasta más de 51.000 euros», denuncian los vecinos. «Y ni es agua que haya acarreado gastos de alcantarillado, ni basuras, ni nada parecido, porque no ha existido, directamente», explica otro de los vecinos, que prefiere no figurar con nombre y apellidos.

¿Ysi realmente no existió una fuga como tal? «Nadie ha barajado que el contador se haya vuelto loco», especula Justo González. «He conocido un caso en que hubo una fuga de aire en un contador y trastocó todas las mediciones. Creo que convendría estudiar más en profundidad lo que ha ocurrido aquí».

«Pagamos una media de 33 euros cada tres meses y ahora nos tocaría más de 11.000 euros»

Justino Sánchez | Afectado

Desde el punto de vista de Luis Alberto Puentes, que lleva una gestoría en la planta primera, «no sólo hemos sufrido el inconveniente de los cortes de agua durante la obra de reparación de la fuga, sino que ahora encima nos quieren cobrar ese dinero», protesta. «Yo estoy alquilado, pero me resistiré todo lo posible si es que al final quieren cobrármelo, porque evidentemente esto no tiene ninguna justificación», confirma.

«Hemos sufrido los cortes de agua y encima nos quieren cobrar esto. No tiene justificación»

Luis Alberto Puentes | Afectado

Nadie percibió indicios de fuga por ningún lado. «El caudal llegaba con la presión adecuada, no hubo inundación en ningún lugar. No sé, me parece muy extraño todo esto», se sumó ayer en la sospecha Pedro Díaz, profesor de la cooperativa Comaes, que ocupa la sexta planta del edificio. La factura se cobró en un principio porque la cuenta del edificio tenía fondos por estar pendiente del arreglo de las fachadas;«pero inmediatamente lo anulamos hasta que hayamos resuelto lo que ha pasado aquí», resuelve el administrador de la finca.

«Problema de la comunidad»

Aqualia, la empresa gestora del abastecimiento de agua municipal, no tiene dudas:«Es un problema de la comunidad». Existe una acometida general que discurre calle abajo y de la que se ramifican las diferentes tomas para los edificios. «En este caso el edificio tiene un único contador. No existen contadores individuales, por pisos, yes en este contador donde se ha detectado la cifra elevada de gasto pero la instalación de la acometida general está completamente correcta», sentencian desde Aqualia.

«No se notó fallo de presión del caudal de agua, ni hubo inundación. Esto es muy extraño»

Pedro Díaz | Afectado

Llama la atención, en el diagrama de barras de la factura, que el gasto es nulo en los cuatro trimestres anteriores, «aunque eso no quiere decir que no se haya medido antes. Cada trimestre se mide. Puede ser un problema de escala porque es tan alto el último consumo que en la comparativa los otros aparecen muy pequeños», justifica Aqualia.

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