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Los neandertales ya se medicaban con 'aspirinas' naturales.
Los neandertales ya se medicaban con 'aspirinas' naturales

Los neandertales ya se medicaban con 'aspirinas' naturales

Un reciente estudio, con colaboración directa del CSIC, ha descubierto que tomaban antibióticos

COLPISA

Miércoles, 8 de marzo 2017, 19:36

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Un estudio que contó con colaboración directa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y cuyos avances se han publicado este miércoles en la revista Nature, ha desvelado que los neandertales se medicaban con antibióticos naturales y que utilizaban la corteza de los árboles o las plantas de su entorno para fabricar incipientes medicamentos semejantes a las aspirinas actuales.

Dicho estudio ha sido realizado por científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), junto a expertos de la Universidad de Adelaida (Australia) y de la Universidad de Liverpool (Reino Unido). Respecto a los neandertales, especie humana extinguida hace 40.000 años, han secuenciado su material genético del cálculo dental (sarro bacteriano calcificado) de fósiles de cuatro individuos del yacimiento belga de Spy y de El Sidrón, en Asturias.

Así, los resultados han sido importantes porque "nos dan evidencias de aspectos que hasta ahora desconocíamos. Nos demuestran que nuestra visión de los neandertales era simplista y que está sesgada por lo poco que se conserva en el registro fósil", ha explicado Carles Lalueza-Fox, investigador del IBE y coautor del trabajo.

Los análisis de esos cálculos dentales han permitido confirmar la ingestión de setas (Schizophyllum commune), piñones (Pinus koraiensis), musgo (Physcomitrella patens) y álamo (Populus trichocarpa). Y, aunque no han detectado evidencias del consumo de carne, los resultados del estudio no significan que no fueran carnívoros puesto que "los neandertales sabían aprovechar todo lo que estaba a su disposición, incluida la fauna", ha comentado el investigador.

Esto ha contrastado con los resultados obtenidos en un hallazgo previo, el llamado individuo Spy II de Bélgica; en el sarro de sus dientes había ADN de rinocerontes y muflones, además de que junto a sus restos se han encontrado fósiles de grandes herbívoros. "Nos ha sorprendido no encontrar restos de carne en los neandertales asturianos, ya que se les considera predominantemente carnívoros", ha señalado Antonio Rosas, colaborador del CSIC y del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

"Sin embargo, hemos encontrado pruebas de que tenían una dieta variada que incluía gran variedad de plantas. Además, alguna de esas plantas podrían haber sido cocinadas para su consumo", ha agregado Rosas, a sabiendas de que lo más llamativo ha sido hallar pruebas de automedicación en uno de los fósiles asturianos tras constatar "un individuo con un absceso dentario a causa de una infección en la raíz de un molar".

"Tenemos pruebas de que este neandertal se medicaba. Hemos descubierto que el sarro conservado en sus dientes contenía secuencias del patógeno Enterocytozoon bieneusi que, en humanos, provoca problemas gastrointestinales, además de un absceso dental. Dos problemas que debían producirle intensos dolores", ha precisado el propio Rosas.

El sarro de este neandertal contenía restos de ADN del hongo de la penicilina, un antibiótico natural, junto a componentes de la corteza del sauce, que contiene ácido acetilsalicílico; es decir, el principio activo de las aspirinas. "Es bonito tener esta información nueva porque nos da una imagen más sofisticada de estos humanos, más cercana a la realidad y alejada de los estereotipos simplistas que teníamos producto del registro fósil disponible y limitado a piedras y huesos", ha destacado Lalueza-Fox.

Los científicos también han analizado la microbiota bucal de los neandertales, principalmente bacterias, y la han comparado con muestras de chimpancés, cazadores-recolectores paleolíticos, y de los primeros agricultores. "Nos ha permitido determinar que, sobre todo, con la llegada de la agricultura en el Neolítico se produce un cambio muy significativo de la biota bucal, que se vuelve más especializada y pierde diversidad", han afirmado.

Por ello los neandertales, los chimpances y los cazadores recolectores tienen una biota bastante parecida. "El gran cambio de la comunidad bacteriana de nuestra boca llega con la agricultura y el cambio de alimentación que representa y que comporta más trastornos de salud gastrointestinales y mas caries", ha comentado Rosas.

Finalmente, el estudio ha determinado que neandertales y humanos modernos hemos compartido a lo largo de la historia varios microbios y bacterias como las que provocan caries y enfermedades en las encías. La placa dental del neandertal estudiado permitió recuperar el genoma completo más antiguo de un microorganismo: la arquea Methanobrevibacter oralis, lo que sugiere que neandertales y humanos modernos intercambiaron patógenos que devinieron en cepas que divergieron hace entre 112.000 y 143.000 años.

"Hoy sabemos que los sapiens se cruzaron en dos ocasiones con los neandertales que luego vivieron en la zona de Siberia, pero no con los de Asturias. Si hubo transferencia de microbiota entre los antepasados de los neandertales asturianos y sapiens, tal vez existió un cruce de ambos linajes que aún no hemos identificado", ha concluido Lalueza-Fox.

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