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José Manuel Velasco, nuevo presidente de la Global Alliance for Public Relations and Communication Management.
«Un buen dircom es un psicólogo social»

«Un buen dircom es un psicólogo social»

Un español preside por primera vez la asociación mundial de directivos de comunicación

CARLOTA EZQUIAGA

Domingo, 25 de junio 2017, 00:47

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Por primera vez, el líder de los directores de comunicación a nivel mundial es español. José Manuel Velasco (Avilés, 1965) será, durante los próximos dos años, el presidente de la Global Alliance for Public Relations and Communication Management, la federación que integra asociaciones de comunicadores e instituciones académicas de todo el mundo.

Licenciado en Ciencias de la Información, Velasco ha trabajado durante más de 25 años en periodismo: ha pasado, entre otros, por La Nueva España, La Voz de Asturias y Diario 16. También ha dirigido la comunicación de Renfe, Unión Fenosa y FCC, y entre 2008 y 2014 fue presidente de la Asociación de Directivos de Comunicación.

El asturiano es el primer español y latino en ocupar la posición, una novedad en un sector en el que las innovaciones y los modelos nos han llegado casi siempre del mundo anglosajón, comenta, orgulloso de su nuevo puesto. A los 40 empecé a sentir que tenía que contribuir a hacer un mundo mejor y encontré mi propósito vital en ayudar a los profesionales de la comunicación a ser mejores directivos y ciudadanos. Esta presidencia me va a permitir hacerlo.

Se propone hacer crecer a la Global Alliance, y convertirla en una de las principales referencias de la industria de la comunicación. Quiero que se nos perciba como un think tank, por un lado, y como un aliado para fortalecer el movimiento asociativo en el sector de la comunicación, por otro, afirma.

Comunicar es fácil, explica Velasco; es consustancial a la condición humana. Pero comunicar bien es difícil: requiere escuchar, decodificar los mensajes y comprender las tendencias del entorno, convertir los mensajes en una historia que enganche, mantener conversaciones y generar valor compartido.

En España la comunicación todavía no ha logrado la posición jerárquica y estratégica que le corresponde en las organizaciones, cree el comunicador. Y conseguirlo no depende solo de que las organizaciones se den cuenta de la importancia de su función, sino también de que los comunicadores estemos a la altura de las circunstancias. Esto implica convertirse en una especie de Pepito Grillo y buscar respuestas para aquellas preguntas incómodas que las organizaciones se resisten a hacerse.

Y esto es un reto todavía mayor en internet. Las redes sociales son el cauce de expresión del poder de comunicación que cada ciudadano tiene y ejerce, explica. Esto cambia sustancialmente el panorama porque no podemos hablar de audiencias, sino de individuos. Decía Peter Drucker que las organizaciones no están preparadas para gestionar tal empoderamiento. Ni tampoco la gente, me atrevería a decir; el smartphone no hace inteligente a quien lo usa.

Si pretendemos gestionar este empoderamiento del individuo con los paradigmas del pasado (control, comunicación piramidal, influencia basada en la jerarquía) estamos condenados al fracaso, que en términos de comunicación es sinónimo de irrelevancia, asegura. Tenemos que aprender a conversar en y con las redes, a aceptar y gestionar la diversidad y adaptarnos a unas circunstancias velozmente cambiantes. Solo hay una cosa que no cambia: los valores. Un ejemplo: podemos bloquear el acceso de los empleados a las redes sociales, algo que ocurre en muchas empresas, o enseñarles a usarlas en beneficio propio y de la compañía.

¿Qué es lo que tiene que tener un buen dircom? El presidente de los comunicadores lo tiene claro: El buen dircom es una especie de psicólogo social, que escucha, ve, interpreta, actúa y hace que otros actúen. En palabras del maestro de comunicadores, Antonio López, el comunicador es un gestión de diálogos, un director de orquesta.

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