Construcción de apartaderos en el Dobra para que los bomberos no corran peligro

Los incendios que asolaron Cantabria hace dos años y medio, dejaron una profunda huella en Viérnoles, única pedanía en el municipio de Torrelavega. Además de tener que hacer frente a cuantiosas pérdidas económicas por la quema de varias fincas de eucaliptos, la Junta Vecinal pudo comprobar el peligro que sufren los servicios de emergencia al no poder maniobrar por la falta de apartaderos. En aquella ocasión, dos vehículos resultaron parcialmente calcinados.

Desde entonces, las peticiones de ayuda ante el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento habían resultado infructuosas, hasta que, finalmente, el presidente de la Junta Vecinal, Jorge Gutiérrez, se entrevistó con el consejero, Jesús Oria, y ambos acordaron llevar adelante el proyecto de los apartaderos. Gutiérrez ha mostrado su satisfacción: «Aquellos incendios dramáticos demostraron que la infraestructura de las pistas forestales era insuficiente y ponía en peligro la vida de la gente que participaba en los trabajos de extinción. Además, esta obra favorece el tránsito del resto de vehículos, la mayoría industriales y ganaderos, así como de personas que realizan actividades de ocio». Eso sí, el alcalde pedáneo espera que la Consejería «aporte más dinero».

Otro que está «encantado» es el concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, que ya pudo comprobar sobre el terreno en los referidos incendios, todos provocados, que «aquello se podía convertir en una ratonera con un siempre cambio de viento». De hecho, algunos «salieron por pies y dejaron allí el vehículo». «Nos parece muy bien -explica- que la Consejería invierta ahí, porque son pistas en las que los vehículos no podían girar y así se podrá garantizar la evacuación en situación de riesgo».

En el escrito aprobado por unanimidad en la Junta Vecinal y enviado a la Consejería de Medio Rural, Viérnoles recordaba que los caminos de acceso al Dobra presentan una deficiente conservación, además de un «ancho mínimo» que resulta insuficiente, no sólo para el paso de vehículos en caso de incendio, sino también para ganaderos e industriales que se ganan la vida con aprovechamientos en la zona.

Según la pedanía, sólo la «encomiable profesionalidad» de los servicios de emergencia que participaron en la extinción de los incendios que asolaron el monte en diciembre de 2015, evitó una «catástrofe sin precedentes». La Junta Vecinal señalaba también que las autoridades competentes no han puesto en práctica medida alguna para la restauración ambiental de las áreas calcinadas, ni han concedido ayudas a los afectados. Tampoco se ha incrementado la dotación de medios técnicos, formación, prevención y vigilancia para evitar los incendios.

Por todo ello, trasladaba a la administración competente la propuesta de mejora de los caminos del Dobra, con la construcción de apartaderos para dar servicio a las fincas de aprovechamiento forestal que permitan la circulación sin riesgo de accidente, además de facilitar la entrada de los vehículos pesados del servicio contra incendios y, en su caso, la evacuación de material y personal en situación de emergencia. El plan diseñado por la Junta Vecinal prioriza la construcción de los apartaderos en zonas residuales de los caminos forestales, sin que sea necesario proceder a ocupaciones en fincas de titularidad privada.