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Serios y fiables

Bieito Rubido

Madrid

Miércoles, 13 de septiembre 2017, 11:25

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Los últimos acontecimientos políticos y económicos en el panorama internacional están devolviendo la máxima relevancia a las cabeceras clásicas del periodismo. Trump presume de haber llegado a la Presidencia de los Estados Unidos a pesar de la oposición de la Prensa. Es posible. Otra cosa bien distinta será gobernar, y resistir al contrapoder del escrutinio constante que en una democracia representan los grandes periódicos. Por eso creo que, el día que muera el último, la humanidad tendrá que inventar el primero la mañana siguiente. En la futurista sociedad digital, seguiremos siendo como los indios amazónicos de la novela “El Hablador”, de Vargas Llosa: necesitamos que alguien nos cuente historias y se ocupe de conocerlas y expresarlas bien. A ese papel fundamental, habrá que añadirle que los diarios regalan deleite literario. Al margen de la información, un buen periódico es también el custodio de la mejor prosa. Muchas de sus crónicas y artículos constituyen hechos culturales relevantes por su propia excelencia estética. Lo que hace que la lectura se convierta en un placer constatable. No habrá ser humano mínimamente cultivado que no incluya entre sus momentos más gratificantes esa mañana de sábado o domingo con un café en una mano y un diario en la otra. Añadamos finalmente que las cabeceras clásicas, como ABC y todas las que conforman el grupo Vocento, actúan en un campo reglado, ajenas a la ley de la selva que rige en determinadas redes sociales. La experiencia de estas últimas ha mostrado su terrible reverso oscuro: el acoso, la difamación y el insulto, que se propagan con enorme ligereza y quedan casi siempre impunes. El respeto a las reglas democráticas y a nosotros mismos, junto a nuestras pautas de conducta, excluyen de la prensa de calidad la mentira flagrante y el insulto. A veces cometemos errores, e incluso los tribunales nos condenan por ellos. Pero asumimos que ese es el marco. Es lo que distingue, y engrandece, a los grandes periódicos de larga historia. Serios y fiables. Así somos. Todavía. Un asidero de rigor en medio del voluble oleaje cibernético.

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