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Michael Keaton en 'American Assassin'.

Cine de evasión sin gancho

'American Assassin', de Michael Cuesta, tiene a Michael Keaton y Dylan O'Brien en el reparto

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Jueves, 2 de noviembre 2017

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Viene siendo habitual que algunos realizadores con amplia trayectoria en televisión, en series con éxito de público, dato no necesariamente unido a la calidad, se manejen en la gran pantalla cogiendo el timón de proyectos cinematográficos con olfato comercial. Firmando la dirección de 'American Assassin' está Michael Cuesta, detrás de las cámaras en capítulos de 'A dos metros bajo tierra', 'True Blood', 'Dexter', 'Homeland' o la reciente 'Billions'. Estamos ante una muestra de cine de entretenimiento consciente de su público, sin quebraderos de cabeza, que ofrece un espectáculo de acción pensando única y exclusivamente para su target. El dilema del espectador está claro: elegir si pertenece o no a la audiencia potencial del filme desde el momento en que elige este estreno entre la amplia oferta la cartelera. Si acepta el juego debe dejarse llevar por el show o ser devorado por la apatía. Si no te gusta el heavy, no vayas a un concierto de Iron Maiden.

'American Assassin' se mueve con presupuesto en el terreno del thriller geopolítico, leáse con varios países como escenario. Moverse por todo el globo y rodar en varios continentes es uno de los atractivos de este tipo de producciones. El guión adapta la novela homónima de Vince Flynn, con Michael Keaton, Dylan O'Brien ('El corredor del laberinto'), Taylor Kitsch ('El único superviviente'), Scott Adkins ('Savage Dog') y Sanaa Lathan ('Rumbo a lo desconocido') en el reparto. Un joven universitario (O´Brien) pasa a ser un mercenario de operaciones encubiertas de un grupo de élite de la CIA tras la muerte de su novia en un ataque terrorista. Sus ansias de venganza le llevan a darle al gatillo como si no hubiera mañana. Su última misión es parar una Guerra Mundial en Oriente Medio. "Me encantan los thrillers que te mantienen en vilo, pero creo que la acción hay que ganársela", plantea el director. "La ironía es que incluso la acción más extrema e innovadora puede resultar aburrida si no te importan los personajes que toman parte en ella. Por eso nos pareció desde el principio que esta película tenía que centrarse en lo que hacía interesante al protagonista como persona. Es un tipo al que seguirías a cualquier parte, a las situaciones más peligrosas". Curiosamente, Cuesta no se aplica el cuento que defiende y su propuesta puede entenderse como una sucesión de escenas violentas que se centran en la evasión sin hacerse cargo de lo demás. Buena ejecución, escasa emoción.

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