Borrar
Butacas de los cines madrileños Palafox, reabiertos con un servicio «luxury» de comida durante la proyección.
Por un cine sin palomitas

Por un cine sin palomitas

Unos cines extremeños han sido multados por prohibir el acceso con comida del exterior | Lo ideal sería disfrutar de las películas sin rumiantes en el patio de butacas

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 17 de octubre 2019

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Fernando Fernán-Gómez dejó los escenarios harto de los ruidos en el patio de butacas. Porque, al teatro, se va ya tosido. El actor Ricardo Gómez cuenta que en todas y cada una de las 85 funciones de 'Rojo' que ha representado junto a Juan Echanove ha sonado algún móvil del público. Hay gente que ha dejado de ir al cine cansada de la falta de urbanidad de sus compañeros de butaca. Espectadores que hablan en alto comentando la acción, que deslumbran con el móvil o, directamente, contestan una llamada. Rumiantes de palomitas que sorben su bebida ruidosamente y hacen crepitar mil y una bolsas de plástico. En Madrid incluso acaban de reabrir el Palafox ofreciendo la experiencia «luxury» de degustar hamburguesas, crepes o una tabla de ibéricos mientras se ve la película. Normal que muchos cinéfilos prefieran la tranquilidad y el silencio de su salón.

Las palomitas y chucherías de los cines constituyen una parte esencial de sus ingresos, sobre todo en las salas de centros comerciales, que impiden acceder con comida del exterior. Los Multicines España de Zafra (Badajoz) han sido los primeros en ser multados con 3.000 euros por prohibir a sus espectadores traer el avituallamiento de fuera. El Instituto de Consumo de Extremadura ha ratificado la sanción que le impuso el pasado mes de marzo. La Agencia Española del Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad, ya estableció hace dos años en un informe el posible «carácter ilegal y abusivo» de la prohibición de acceder a los cines con comida y bebida del exterior. Una interpretación que choca con el derecho de admisión de los establecimientos públicos regulado en elReglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de 1982.

Precisamente dicho reglamento manifiesta que el público «habrá de mantener la debida compostura y evitar en todo momento cualquier acción que pueda producir peligro, malestar (...) así como guardar el buen orden y disciplina». Desaparecida del recuerdo la figura del acomodador, convertidos ciertos cines los fines de semana en el Far West, solo queda que algún exhibidor valiente, como los Golem madrileños, se atreva a prescindir de las palomitas en aras al silencio y disfrute de la película.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios