«La educación sexual es una necesidad extrema pero nadie pone el cascabel al gato»
'Mazón & Cía' ·
El psicólogo y sexólogo Carlos San Martín asegura que «el 50% de los menores de 30 años ve porno a diario» y que la salud sexual de los cántabros atraviesa un momento «regulinchi»El psicólogo y sexólogo Carlos San Martín, con 30 años de trayectoria desde el centro Cipsa, es el segundo invitado del vídeo-pódcast 'Mazón & Cía', ... en el que ha charlado sobre la compleja realidad de la salud mental y sexual en la sociedad, calificando la situación cántabra como «regulinchi» en ambos frentes.
San Martín aborda con Jesús Mazón la paradoja de una sociedad «con necesidades materiales cubiertas, pero profundamente necesitada de apoyo afectivo y emocional».
A lo largo de la entrevista, San Martín celebra la visibilización y normalización de los problemas de salud mental, un cambio que atribuye en parte a la pandemia y que ha llevado a las nuevas generaciones a buscar ayuda profesional sin tantos reparos como hace años. Sin embargo, lamenta que este avance conviva con problemáticas como el alto consumo de somníferos en Cantabria, señalando la falta de cultura sanitaria y la escasa dotación de recursos públicos como factores que impulsan la medicación sin el seguimiento adecuado. En este punto, el sexólogo se muestra firme al recordar que «la sanidad, como la educación, debe ser considerada una inversión y no un gasto».
Al hablar sobre cómo es la salud sexual de los cántabros, San Martín es categórico: «regulinchi». Advierte sobre el alarmante aumento de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) –con incrementos de hasta el 150% en gonorrea– y la denostación del preservativo: «Nadie habla de ello cuando es la garantía de tener sexo seguro» .
Otro de los temas que más preocupan a Carlos San Martín es el consumo de pornografía, ya que hay estudios que indican que el 50% de los menores de 30 años la consumen a diario y que la edad media de acceso es de tan solo once años. Este contenido, violento y cosificador, genera un modelo sexual disfuncional que provoca frustración en los jóvenes y constituye un peligro social.
El antídoto es, a su juicio, la educación sexual basada en la evidencia científica, «es una necesidad extrema pero nadie se atreve a implementar y poner el cascabel al gato». Además, San Martín concluye que la vida moderna, marcada por la inmediatez, la individualidad y la ansiedad, nos aleja del bienestar, y aboga por un enfoque más pausado y centrado en el derecho al placer colectivo.
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