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La pareja… ¿Un mundo ideal? ¿Y por qué no?

La pareja… ¿Un mundo ideal? ¿Y por qué no?

PSICOLOGÍA ·

Comparto unos pilares básicos que nos permiten crecer y cultivar el amor sin perder la propia identidad

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Miércoles, 1 de mayo 2019, 09:34

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Desde el primer momento que has comenzado a leer este artículo, en este instante, sí en este preciso instante, hay en el mundo cientos-miles de personas que se están enamorando. Dejando revolotear millares de mariposas en su interior, sintiendo la química exorbitante que fluye en su cerebro y mina todo su cuerpo ante la persona deseada o conociendo aquel o aquella, que aún no saben que puede ser la figura con quién va a compartir etapas de su vida, ¿y por qué no, una vida?... Mientras, otras parejas se están encontrando y reencontrando cada día entre miradas cómplices construyendo su mundo ideal.

También, en este justo momento, hay cientos-miles de personas que se sienten desencantadas, de la que consideraban a una pareja su media naranja y han descubierto que ni siquiera es ni su medio limón…, y hay otros tantos que ya han comenzado rumbo al duelo de la ruptura de lo que en tiempos pasados era su gran amor. ¿En qué preciso instante se encuentra tu corazón?

Construir un mundo en pareja requiere de forjar unos pilares sólidos que permitan «mantener el rumbo de dos en uno». Recordemos que la pareja se forma a partir de dos seres, cada uno con una identidad autónoma, propia individual, cargada de rasgos, virtudes y defectos que le convierten en un ser único e irrepetible. «Tu identidad + Mi identidad = Nuestra otra identidad», pero siempre, sin despersonalizarnos o nos veríamos abocados al abismo de perdernos el primer y gran amor que nunca debemos olvidar. Se trata del amor a uno mismo, que es vital para merodear en equilibrio por esta intrépida y maravillosa.

El amor es un construir juntos, pero no revueltos, dentro de una puesta en escena, en la que se suceden un sinfín de encuentros y desencuentros. Así como decisiones, anhelos, miedos, alegrías, necesidades, oportunidades, ilusiones y tantas vivencias compartidas, que lo mejor es llevar en este viaje a el o la mejor compañero/a que sea tu gran aliado en el camino.

Conseguir el éxito en pareja es un trabajo de equipo que requiere de ganas por ambas partes, para dar forma a algo que sea sólido y reconfortante. Con idea de que se convierta en un espacio en el que puedan ser y vivir en armonía, con la mayor cantidad de momentos que se traduzcan en felicidad. La ruptura de una pareja tiene infinidad de causas. En muchos casos, y con suerte, el amor se ha terminado para ambos, cosa que les hará vivir con más calma la transición del final de ese ciclo que han compartido en común. Para otros, es una de las partes la que se ha desencantado. En ocasiones los componentes de ese equipo, que un día se formó, comienzan a funcionar con dinámicas tóxicas, cargadas de reproches y descalificativos continuos, faltas de respeto, carencia de empatía y, especialmente, una gran falta de comunicación que les lleva al final de su viaje juntos.

Si eres de esos que siente que tiene a su lado a su otro yo, aquí te dejo unos pilares básicos que nos permiten crecer y cultivar el amor sin perder la propia identidad y nos ayudan a fomentar la construcción de una pareja sana, sólida y en positivo.

Siempre con amor

Pilar vital, siento-sientes, amo-amas, te doy-me das. El amor es totalmente atemporal, no tiene edad, es un sentimiento con una fuerza poderosa que nos mueve y nos conmueve. El amor es complejo y majestuoso, nos permite vivir las experiencias más intensas de la vida, con aciertos y errores. Tener siempre presente que el mejor acto de amor con uno mismo y con el otro es ser honesto al sentimiento y mimar esa construcción en pareja. Sabiendo adaptarnos a las diferentes etapas por la que va madurando es, sin duda, una de las claves para perdurar en el tiempo creando un mundo juntos.

El respeto

Crecer juntos sin imposiciones, sin descalificaciones ni desprecios públicos ni privados. Sin agresiones verbales ni físicas. Si en una relación hay respeto, eso fomenta que se magnifique el amor y se cultive una comunicación saludable con libertad de decisión.

La comunicación

Ejercitar el diálogo en pareja, compartir a través del lenguaje verbal y no verbal ese sentimiento de ambos hace que se convierta en el canal de encuentros, acuerdos y desacuerdos, de ilusiones, de reflexión y toma de decisiones. Una comunicación equilibrada, empática, respetuosa y participativa, con una escucha atenta y activa en pareja, permite blindar ese mundo de los dos y evitar que no se conviertan en dos extraños en un mismo nido.

La admiración

El amor con admiración hacia «tu otro yo», fomenta que fluya el crecimiento a largo plazo de lo que es formar un equipo sólido en pareja. Admirar y sentirse admirado/a contribuye a despertar la curiosidad por los valores del otro.

Afectividad y sexualidad

Sin este pilar la pareja no sería una pareja como tal, serían dos seres que comparten un espacio, amigos, compañeros de piso, compañeros de trabajo, etcétera. El plano afectivo-sexual ha de ser uno de los poderosos vínculos que no podemos olvidar a la hora de formar ese «mundo ideal» y cultivar su crecimiento de disfrute y plenitud.

Compartir valores

Estar de acuerdo en unos principios fundamentales para poder caminar en un mismo sentido, es indispensable para el éxito de ese vínculo. Cada uno de los componentes tiene sus propios valores, no tienen por qué estar de acuerdo en todo, pero si poder construir una escala de valores en común que les posibilite mantener esa nueva «identidad de un nosotros».

Juntos, pero no revueltos

Saber convivir y compartir el espacio en común es esencial para sentirse cómodos en el mismo barco, ese barco que se llama hogar. Organizar en equilibrio las tareas, la educación de los hijos, la conciliación de los trabajos y el ocio en común, entre otras muchas actividades, son factores que permiten un mundo justo en la relación.

Conservar un espacio personal

Tener esos momento en que se puede disfrutar de aquellas cosas que te acercan a estar contigo mismo, ya sea pasar un rato en soledad, tener una afición que no compartes en común, pasar un tiempo con un amigo o grupo de amigos, etcétera… Nunca deberíamos olvidar quiénes somos, nuestras ideologías, valores, gustos y principios, porque nos potencia como seres humanos y permite mantener la identidad personal.

Ilusiones y proyectos en común

Soñar juntos, crear juntos y avanzar juntos. La ilusión forma parte de la pasión por la vida y es uno de los pilares que marca el futuro de la pareja, implica decisiones tan importantes como, por ejemplo, la de tener hijos.

Fidelidad y lealtad

Crear un mundo juntos es un acuerdo y una forma de vivir el amor que ha de implicar un compromiso desde el principio en mutuo acuerdo, con las cartas sobre la mesa, desde la honestidad y claridad, para evitar el: «si no te reconozco, no eras así al principio, dónde se ha quedado aquel…», de lo contrario es muy probable que la pareja esté abocada al sufrimiento y al deterioro emocional personal y de pareja.

¡Feliz mundo ideal, amigos!

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