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En forma durante el encierro

Todos coinciden en que continuar haciendo deporte les hace sentirse mejor física y mentalmente

Leticia Mena

Santander

Jueves, 19 de marzo 2020, 11:29

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Lurdes Álvarez | Enfermera y 'runner'

«Practicar deporte nos ayuda a sentirnos siempre jóvenes»

Lurdes Álvarez es enfermera de un Servicio de Urgencias de Atención Primaria de Cantabria (SUAP) y estos días no le queda otra que hacer deporte en casa cuando no tiene que ir a trabajar. Vive en Santander, y desde 2011 promueve junto a su marido, el médico Rafael Hervás, la vida sana y saludable a través de la web www.corriendodesdecero.com, una filosofía para combatir el sedentarismo. Estos días han lanzado el programa de acceso gratuito 'Quédate en casa en forma' con vídeos que ella misma practica desde su salón haciendo entrenamiento HIIT (High Intensity Interval Training o 'intervalos de alta intensidad'), que cada uno puede ajustar a su situación. Además, Lurdes hace circuitos de una habitación a otra de su casa a pata coja compaginándolo con sentadillas y abdominales en una barra que tiene en el marco de una puerta. Y como en su edificio casi no hay vecinos, baja y sube por la escalera desde el séptimo hasta el portal. Durante estos años ha conseguido que muchos santanderinos «consigan sentirse jóvenes toda la vida». No es lo mismo que salir a la calle pero sabe que en esta situación es muy importante no dejar de ejercitar el cuerpo para estar sanos de mente.

Yoldanda Piney | Enferma oncológica

«Hacer gimnasia me viene bien para no pensar»

A la santanderina Yolanda Piney le ha pillado el encierro en pleno proceso de quimioterapia. Antes de que le detectaran la enfermedad, el ejercicio que hacía era salir a caminar, y aunque tenía ganas de empezar a entrenar con sus cuñados no encontraba el momento. Cuando llegó la fatal noticia, su familia le propuso ponerse en manos del entrenador Felipe Suárez, experto en enfermos oncológicos. Y lo hizo de la mano de su marido, José Ramón, una estrategia para enfrentar en pareja el estrés, la incertidumbre y el miedo que supone esta enfermedad. Juntos vieron que los ejercicios de fuerza mejoran tanto el pronóstico de la enfermedad como la tolerancia a la quimioterapia. La última sesión en Valdecilla fue la semana pasada, antes de que se decretara el estado de alarma, y supone que tiene que volver al hospital en unos días «pero todavía no me han avisado». Ahora hace los ejercicios en casa. No tiene una hora fija. «A veces por la mañana, otras por la tarde… Depende del ánimo que tenga. Lo que está claro es que el deporte me viene bien, entre otras, cosas porque pienso menos».

Manuel Hervás | Operado de espalda

«El ejercicio es muy poderoso siempre que se haga»

Manuel (Manolo) Hervás tiene 86 años y hace solo tres meses le operaron de la espalda. Sabe lo que es estar en silla de ruedas durante una larga temporada, pero su tenacidad y ganas de seguir siendo independiente le ha ayudado a volver a caminar. «Es muy cumplidor» y no ha dejado de hacer ni un solo día los ejercicios de rehabilitación. Tiene un aparato que cuenta los pasos y disfruta siempre compartiendo con alguno de sus tres hijos o de sus seis nietos los kilómetros que ha hecho. Ahora, aunque no puede salir a la calle, también sigue con la afición en el cuerpo de ejercitarse. Busca el sitio de su casa en el que se siente cómodo y empieza a hacer sentadillas y estiramientos con unas gomas que hace tiempo uno de sus tres hijos le enseñó a usar. Hasta hace unos días, un fisioterapeuta iba a su casa para ayudarle, pero la situación que atraviesa el país le ha obligado a hacerlo solo. Le gusta decir que «el ejercicio es muy poderoso siempre que se haga». Manolo es además un intelectual muy activo. Hasta el año pasado fue el director de teatro del IES Pereda, y siempre le ha gustado adaptar y escribir obras de teatro.

Lourdes Gutiérrez y Ramón Álvarez | Jubilados en Lamadrid

«Estos días el 'agrogym' nos mantiene entrentenidos»

Lourdes Gutiérrez y su marido Ramón Álvarez viven en Lamadrid desde que se jubilaron. Los dos ejercieron su vida laboral en Valdecilla, donde ella era cocinera y él, celador, así que estos días se acuerdan mucho de los compañeros que trabajan a destajo en el hospital. Ella tiene 78 años y, desde hace once, Parkinson. Su cuadro médico se completa con una operación de corazón hace cinco años, de cadera hace diez meses y de útero hace uno. Ramón tiene 81 años, es diabético y tiene una insuficiencia cardiaca. Precisamente sus patologías les hace saber lo importante que es hacer deporte y ellos, en la finca de su casa, practican el 'agrogym'. Allí mismo tienen un huerto y Lourdes se acerca todos los días a ver crecer sus patatas, mientras Ramón recoge la hierba con el carretillo. Cualquier excusa es buena para ir de un lado a otro sin salir al exterior. Echan de menos coger el coche y plantarse en Cabezón a hacer la compra o ir a la piscina. Ahora toca hacer vida y deporte en Lamadrid.

Nacho Dirube y Aída Rivas | Hosteleros

«A última hora del día nos viene bien hacer estiramientos»

Aída Rivas e Ignacio Dirube han tenido que cerrar sus restaurante de Sancibrián (Casa Aída) y Santander (El Jardín de Aída) y refugiarse, como el resto de los ciudadanos, en su casa. Los dos son muy activos, «están como robles», dicen sus hijos, y eso que no suelen hacer más deporte que salir a caminar de vez en cuando. Ahora, como todos, tienen que conformarse subiendo y bajando las escaleras de su casa, haciendo sentadillas, abdominales, ejercicios con una goma elástica… Los dos coinciden en que a primera hora del día les viene bien hacer algo de deporte con pesas –suelen utilizar botellas de agua o paquetes de arroz–, o cualquier ejercicio que les haga romper a sudar. Y por tarde, antes de cenar, lo que mejor les viene es hacer estiramientos de espalda. Seguir esta rutina les hace descansar mejor.

Gabriel, Mateo, Lucas, y Mariola | En familia

«Es imporante que no compitan para que se divertan»

Para Gabriel (8 años), Mateo (10), Mariola (5 y medio) y Lucas (uno) estar juntos en casa de los abuelos es de lo más normal. Pero lo de no ir al cole y que todavía no sea verano, es raro… Salen al jardín pero nada más. Lo mejor es que a su tía Ángela Dirube siempre se le ocurren los juegos más divertido: una yincana en el salón con cojines por el suelo, hacer abdominales, jugar a relevos… Sólo hay una condición, que no compiten entre ellos. Sólo se miden a ellos mismos y cada uno tiene que esforzarse para mejorar sus marcas anteriores. Así no discuten, el tiempo pasa volando y terminan agotados... La mejor hora para ponerse en forma es sobre las siete de la tarde porque por la mañana los niños están enérgicos. Pero al hacer deporte antes de cenar, duermen del tirón.

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