El Asador Lechazo Aranda celebra sus bodas de plata
Para empezar a celebrar, hasta el día 17 tendrán un menú especial de 38 euros
ALICIA DEL CASTILLO
Domingo, 3 de marzo 2019, 08:06
Agradecidos y emocionados es como han comenzado Goyo Palomero y Violeta Montes, propietarios del restaurante Asador Lechazo Aranda, este 2019. Un año especial porque cumplen 25 años de actividad en esta tierruca, que ya consideran suya, siendo los grandes embajadores del lechazo de Castilla y un referente de la cocina tradicional.
Para comenzar con las celebraciones, hasta el 17 de marzo servirán un menú de 38 euros que recoge los platos más representativos de esta casa: mosaico de embutidos con lascas de queso y aceite de oliva; croquetas caseras de jamón; timbal de morcilla y huevo con pasas y manzana en confitura; lechazo de raza churra asado en horno de leña y ensalada verde. Postre a elegir, café y chupito. La bodega que acompañará a estas Jornadas del 25 aniversario ha sido especialmente seleccionada para la ocasión.
Fue en el verano de 1994, en pleno mes de agosto, cuando el Asador Lechazo Aranda abría sus puertas para dar su primer servicio. Ubicado en un amplio local al comienzo de la popular calle Tetuán, con una fachada de piedra de estilo gótico, que aún llama la atención, este «pequeño consulado de Castilla», como dice Violeta, comenzaba una trayectoria de éxito «y mucho trabajo».
Ambos arandinos y con trayectorias familiares en el sector hostelero -propietarios del Hotel y Restaurante Aranda en Aranda de Duero- decidieron emprender un nuevo negocio abriendo su particular rincón castellano en Santander. Actualmente tienen también en Madrid el Hotel Don Pío y la Quinta de los Cedros.
Lo más característico del Asador Lechazo Aranda es su horno de leña, con capacidad para asar 60 cuartos de lechazo. Recuerdan Goyo y Violeta que nada más abrir el restaurante «tuvimos que rehacer el horno porque no tenía capacidad para hacer frente a la demanda que teníamos. Es el motor de nuestro restaurante».
En Tetuán, una zona donde la mayor parte de los establecimientos ofrecen una cocina marinera, Goyo y Violeta dicen estar especializados en el auténtico marisco de Castilla. «En estos 25 años hemos evolucionando mucho y nuestra carta tiene un poquito de todo. Salvo por encargo, nuestros clientes no vienen a comer pescado ni marisco porque para eso tienen otros restaurantes, pero sí tenemos nuestros 'platos del mar', en homenaje a esta tierra, rabas, pulpo, almejas... y las mejores anchoas de Santoña. Aquí los platos estrella son, por supuesto, el lechazo y el cochinillo asado, y las carnes rojas».
«Gracias, siempre»
Junto a Goyo Palomero, al frente de los fogones está otro cocinero arandino, Valentín Rojo, juntos y con Violeta Montes en la recepción del restaurante, lideran un equipo de 14 personas. «No queremos dejar de dar las gracias a todos nuestros clientes. Muchos de ellos hoy son grandes amigos. Estamos felices porque esta tierra nos ha tratado muy bien. Nuestros hijos han nacido aquí y ellos son parte de nuestras raíces. Quizá quieran dar continuidad algún día a este negocio familiar pero por el momento nos ayudan los fines de semana».
La carta de este restaurante asador ha sido siempre muy asequible para el cliente en cuanto a número de platos y fiel a la esencia de sus orígenes. «Somos un restaurante muy peculiar y muy tradicional a la vez. Ha habido gente que nos ha sugerido ampliar la carta porque les parecían pocos platos pero nosotros teníamos muy claro que queríamos especializarnos en los asados y nada más. El resto son complementos. Hoy, dos décadas más tarde creo que acertamos. La especialización ha sido fundamental para nosotros y sabemos que lo que hacemos, lo hacemos muy bien. Incluso en una época en la que en esta zona solo se bebía vino DO Rioja, nosotros servíamos a nuestros clientes vinos DO Ribera, porque, además de ser de castellanos, maridan mucho mejor con nuestras carnes».