Picoteo, parrilla y buena cuchara para entrar en calor en Hoznayo

Desde su apertura en 1976, La Parrilla de Hoznayo ha basado su oferta en una carta tradicional donde la parrilla de carbón es la gran protagonista. Y no sólo para la elaboración de las carnes -chuletón, chuleta, entrecot, solomillo y churrasco, principalmente de vaca vieja de Cantabria, y también nacionales o de importación-, sino para otras especialidades que son seña de identidad en esta casa, como la casquería. En carta las opciones son variadas: riñones, al Jerez o a la parrilla (de novilla); mollejas, encebolladas, empanadas o a la parrilla, callos, asadurilla de cordero y lengua, a la romana y con tomate.

Otras raciones habituales en carta son: fritos variados, rabas, puding de cabracho, croquetas de carne o jamón, sartén de huevos con patatas y picadillo o morcilla; ensaladas, mixta o normal; morcilla, costilla y chorizo criollo a la brasa, revuelto de gambas y tabla de quesos, de embutidos, cecina y jamón ibérico.

Los platos de cuchara, que ya entrado el otoño van apeteciendo más, gozan de merecida fama en esta casa y se ofrecen durante todo el año. Alubias rojas; alubias blancas con liebre o rojas con venado -solo durante las jornadas de la caza que suelen celebrarse hacia el mes de noviembre-; cocido montañés y cocido lebaniego con su sopa y compaño (todos los jueves y viernes). A lo largo del año La Parrilla organiza diversas jornadas gastronómicas.

Tras reformar completamente la taberna en 2019 -propiedad de la sociedad Ferbada desde el año 2000-, situada justo detrás del restaurante, realizada en 2019, la Taberna Vada sigue la misma línea de cocina tradicional de La Parrilla, con platos de cuchara, picoteo y carnes a la brasa.

Además de un variado menú diario y de fin de semana, disponen, tanto en el restaurante como en la taberna, de una carta de hamburguesas de vacuno 100%. Ambos establecimientos están abiertos todos los días de la semana para comidas y cenas.