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Los rábanos pequeños y alargados, de color rojo y blanco, son la variedad más suave. :: dm
La importancia de los rábanos

La importancia de los rábanos

Poco frecuentes en la gastronomía española, son un alimento crujiente, refrescante y ligeramente picante

ALICIA DEL CASTILLO

Sábado, 14 de julio 2018, 13:09

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Los rábanos, tubérculos pertenecientes a la familia de las coles, los nabos y la mostaza, ya eran consumidos hace más de 4.000 años por los egipcios. Aunque su origen no está claro, existen numerosas hipótesis que apuntan a China como la posible cuna de este alimento refrescante, ligeramente picante y crujiente, cuya raíz es comestible en crudo y en ensaladas. Actualmente donde más se consume es en los países asiáticos y en Europa, los franceses lo toman con mantequilla y pan.

El cultivo de los rábanos es rápido. Si tienen la temperatura adecuada en tan solo 30 días se pueden recoger, por lo que el riesgo de plagas es mínimo. En los meses de verano no debe faltarles agua porque si crecen en un ambiente seco, echan flor y pican más.

CURIOSIDADES

  • Muchas variedades Grandes de color blanco, negro, rosa, violeta o rojo, y de otros más pequeños, redondos y alargados, de piel sonrosada y con la punta blanca. Estos son los que más se conocen y consumen, los popularmente denominados rabanitos.

  • Temporada Pincipalmente en verano. Se toman en crudo, con una pizca de aceite, vinagre y sal o en ensalada.

Los rábanos se clasifican en función de su forma o color. Se conoce como chino, japonés o daikon a aquellos que, de origen nipón, presentan una forma cilíndrica y alargada, color blanco, y un sabor algo picante. En Oriente cuentan con una variedad de color verde, similar al jengibre, con la que elaboran el 'wasabi' .

Negros o de invierno. También de forma cilíndrica y alargada, piel negra de difícil digestión y carne blanca mucho más adecuada para consumirla.

Los rabanitos. De tamaño más pequeño, pueden presentar diferentes formas (esférica, ovalada o cilíndrica), piel de tonos rojizos, rosados, morados o blancos pero su carne siempre es blanca.

Si se tiene en cuenta su época de cultivo, los de primavera son esféricos y de tamaño reducido; los de verano, época recomendada para su consumo, son alargados y se recomienda degustarlos en fresco. Los de otoño, presentan un mayor tamaño que los de verano y es aconsejable cocerlos previamente.

La mejor época para conseguir rábanos en el mercado es entre mayo y julio, aunque las nuevas técnicas de cultivo permiten disponer de este producto casi todo el año. Los de mayor calidad presentan un tamaño medio. De esta forma su textura será menos fibrosa, con cuerpos carnosos, firmes, en color rojo vivo y piel suave sin fisuras. Las hojas también indican si la pieza está fresca o no por la intensidad del color. Para una mejor conservación en la nevera es conveniente eliminar los tallos.

Sabor peculiar

El rábano fresco ofrece un agradable y peculiar sabor, con suaves notas picantes, por lo que se utiliza en ensaladas para contrastar con las lechugas y los tomates. Sus hojas, de color verde intenso, se pueden utilizar de forma muy similar a las espinacas, o secarlas para hacer infusiones.

El sabor amargo o ligeramente ácido de los rábanos no es siempre muy agradable pero no hay duda de que es un gran aliado para la salud. Consumirlos de forma natural, es la mejor manera para beneficiarnos de ellos.

Gracias a su composición, el rábano posee propiedades beneficiosas para el organismo como la acción antioxidante y reguladora. El rábano se usa desde la antigüedad como un alimento medicinal y ha servido como digestivo, siendo un gran remedio para tratar y curar el hígado ya que optimiza la función hepática.

Es interesante saber que todas las hortalizas que dejan cierto amargor en boca, consiguen que el organismo funcione mucho mejor, se desintoxique y se favorezca la asimilación de los nutrientes.

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