Supervivientes de la hostelería

Mientras la televisión basura entretiene con chismes y concursos absurdos, una parte de la sociedad no alcanza a comprender cómo para todo este problema de la pandemia no hay soluciones más ágiles. Y para más 'inri', hay que estar pendientes de que si una persona de esas que no tienen la más mínima prudencia ni cumple con la normativa exigida para cuidarse y proteger a los demás comienza a tener síntomas. Porque estamos en un columpio donde una fiesta privada con brote o una reunión clandestina pueden desequilibrar la balanza y..., además de otras consecuencias más o menos trágicas, permitirá a las autoridades cerrar la hostelería, lo que también tiene consecuencias.

Los 'supervivientes' de la hostelería –no es un concurso televisivo sino un drama que se prolonga en el tiempo sin soluciones inteligentes–, han vivido una semana de 'locura', sumidos en la preocupación por el vaiven de cifras, con la amenaza sobre sus negocios y con la incertidumbre de cómo realizar las compras. Un nuevo cierre con las neveras llenas, después de los sinsabores precedentes y de la insuficiencia –a su juicio– de las ayudas es ahora el peor de los escenarios.

Hablas con empresarios y trabajadores de hostelería, con representantes de la distribución, con productores agroalimentarios..., y te expresan sus desasosiegos, supuran inconformismo, califican de injusticia lo que están haciendo con ellos y su negocios, apelan a agravios comparativos... Incluso, en algún caso, reclaman que si les tienen que volver a cerrar a ellos de nuevo, lo más justo sería volver a cerrar a toda la sociedad, como ocurrió en marzo pasado, cuando el país se paralizó y entró en una gran crisis para la que no se advierte una salida rápida. Pagamos todos... ¿Y a ti cuándo te vacunan?