Bruselas atiende la petición de las cofradías y autoriza pescar más bocarte
La flota del Cantábrico volverá a faenar este lunes tras el parón del viernes, pero se autorregulará para sostener el precio en el mercado
Mariana Cores
Sábado, 30 de abril 2016, 07:44
Bruselas ha decidido atender la petición de los pescadores españoles, franceses y portugueses y ha autorizado pescar más bocartes. La cuota de captura de la anchoa pasa de las 25.000 toneladas a las 33.000, según el acuerdo alcanzado en la Comisión Consultiva y del que se hizo eco en Cantabria el presidente de las Cofradías de Pescadores, Miguel Fernández. El propio presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla (este viernes, en Santoña, en la Feria de la Anchoa), se felicitó por la noticia y agradeció la «buena reacción» de las autoridades europeas ante la «superabundancia» de bocarte en el Cantábrico. Pese a todo, los pescadores se autorregularán a partir del lunes, reduciendo a 5.000 y 6.000 los kilos de pesca por embarcación (hasta ahora eran 10.000 kilos) para alargar lo máximo posible las 8.000 toneladas de más de margen del que disponen y para «aguantar los precios, que la semana pasada se tiraron», explica Fernández.
«Tenemos una de las mejores biomasas del bocarte que han existido, por lo que era razonable que las autoridades europeas atendieran nuestra petición de aumentar la cuota», coincidió el presidente de los pescadores con Revilla. Y tras las capturas excepcionales de esta semana «estábamos un poco preocupados. Hemos tenido 200 barcos (entre los vascos, cántabros, asturianos y gallegos) a bocarte que han pescado 10.000 kilos por día. Es una barbaridad», confiesa.
Desde el pasado lunes, los bancos situados frente a la costa vizcaína han capturado anchoa «como nunca». Ante el miedo a «comernos la cuota antes de que se terminara la temporada, en junio, decidimos que era mejor amarrar ayer la flota y esperar al lunes», relata Fernández. Además, «también queremos aguantar a ver si entran peces de mayor tamaño. Ahora, por kilo, contamos unos 40 bocartes. Lo ideal serían 30 para que les valgan a las conserveras».
El problema agrega del exceso de pesca de esta semana «ha sido que los precios se han tirando y eso no puede ser. Hay que corregirlo de alguna manera».
En la plaza
Eso mismo es lo que comentaban ayer los pescaderos del Mercado de La Esperanza, en el centro de Santander. «No beneficia a nadie que haya tanto bocarte, porque se desata una guerra de precios en la misma plaza que no es buena para nadie», afirma Marichu, del puesto Encarna-Ción y Marichu.
Ella lo vende a 6,90 euros «porque es de los bocartes gordos, que son más sabrosos. Pero los hay por mucho menos y más pequeños, que no deberían ni de pescarse», clama.
Yolanda del Río, del puesto El Faro, apunta que «el bocarte sale bien todos los días, pero la gente no compra tanta cantidad porque llevamos vendiéndolo casi desde el Día del Padre». Asun Puente, de la pescadería Asun, opina prácticamente lo mismo, «el bocarte es un pez complementario. Siempre que es de aquí, cuando la gente viene a por merluza o a por cualquier otro pescado, casi siempre se suelen llevar unos pocos bocartes».
María Luisa Bautista es una clienta habitual de la plaza del pescado, y no duda en afirmar que «cuando sé que es de aquí, del Cantábrico, lo compro sin dudarlo. Tiene un precio muy bueno y, además, en casa es con el único pescado que nadie protesta». Pilar Zorrilla, pescadera jubilada, como ella misma confiesa, soltó unas buenas carcajadas, como el resto de los clientes, cuando Pachi, de Pescados Costas grito: «¡Bocarte de El Sardinero, donde se baña el rey y la reina le prepara la toalla!». «Ya sabemos que no es de El Sardinero, pero repite esta frase desde no se sabe cuantos años hace ya. Y da igual el pescado que sea», dice Zorrilla. En cuanto al bocarte, «solo hay que ver cómo brilla. Están exquisitos».