Bajan las peticiones de ayuda a Cáritas pero se enquista la pobreza extrema

Cáritas atendió en Cantabria el año pasado a 14.234 personas, un 10 por ciento menos que en 2014, una tendencia que se mantiene este año y que se debe, entre otras causas, a una cierta mejora de la situación económica, pero también al abandono de la región de parte de la población extranjera.

Por el contrario, su presupuesto, compuesto en un 81,71 por ciento por fondos privados, se incrementó, pese a un descenso del 1,74 por ciento en las aportaciones públicas y una bajada de las donaciones individuales, que se compensó con una subida de las partidas de otras entidades, especialmente de la Fundación Amancio Ortega.

Estos son los datos principales de la memoria de Cáritas Diocesanas en Cantabria, que han presentado hoy, en rueda de prensa, el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge; su director, José Luis Arango, y el secretario general, Francisco Sierra.

Sánchez Monge ha destacado la caída en el número de personas atendidas el año pasado y ha reconocido que esa tendencia se mantiene en los tres primeros meses de 2016, con un "ligero" descenso.

El director de Cáritas ha asegurado que esta bajada se debe a múltiples causas, entre ellas, una mejora de la situación económica que ha permitido a algunas familias de la región abandonar las dificultades, aunque también ha recordado que en los últimos años han salido de la región más de 8.000 extranjeros.

Y ha resaltado que, pese a esto, el gasto de la entidad se ha incrementado porque, según ha argumentado, los problemas de las personas que viven en situación de pobreza en Cantabria "cada vez son más profundos y están más enquistados".

De hecho, Sánchez Monge ha subrayado que se ha producido un incremento en la media de veces que las personas se acercan a Cáritas en busca de ayuda y que se ha situado en 7,7 ocasiones al año, una circunstancia que, en su opinión, va a aumentar en 2016.

"Feminización de la pobreza"

Ha apuntado también el cambio de tendencia en los últimos cinco años entre los demandantes de ayuda, con un mayor peso de los ciudadanos españoles y de las mujeres, lo que refleja una "feminización de la pobreza", ha apuntado.

Así, los españoles han pasado de representar el 40 por ciento en 2010 a un 62 por ciento el año pasado, mientras que el porcentaje de las mujeres se ha incrementado del 48 por ciento al 58 por ciento en el último lustro.

En total, el secretario general de Cáritas ha recordado que un 3,5 por ciento de la población de Cantabria se encuentra en situación de "privación material severa", lo que significa que 20.300 ciudadanos de la región no puede hacer frente a sus facturas o disponer de servicios básicos.

Francisco Sierra ha reiterado en este sentido que, a pesar de que las estadísticas indican que la pobreza ha comenzado a descender de forma "muy limitada", la "invisibilidad" de los más pobres "se encuentra en aumento".

Y ha señalado que las personas que acuden a Cáritas se encuentran en su mayoría en el espacio más severo, aunque ha puntualizado que también existe un grupo "relevante" de ciudadanos que acuden por "un problema puntual debido a un proceso de precarización".

Partida presupuestaria

Para prestar ayuda a todas estas personas, la memoria de la entidad, elaborada a través de una auditoría externa, refleja un unos ingresos de casi 2,7 millones de euros, de los que solo el 18,29 por ciento procede de fondos públicos.

Entre las principales partidas, destacan las destinadas a atención primaria, como los 410.000 euros destinados al pago de alquileres o facturas de agua, electricidad o gas de las familias atendidas.

Cáritas también dedicó el año pasado más de 500.000 euros a alimentación, ropa, calzado; 35.000 euros a gastos de salud, y 40.000 a educación y, principalmente, a la compra de libros, entre otros gastos.

La entidad cuenta en Cantabria, además, con 3.376 socios y donantes y más de 643 voluntarios que colaboran en su labor de "ayuda y acompañamiento", según ha indicado el obispo, quien ha recordado también que Cáritas ha dedicado 536.000 euros en la región a iniciativas como Ecolabora, que está destinada a recuperar ropa usada y que ha dado empleo a 10 personas el año pasado.

"Ante la miseria ajena no miramos para otro lado", ha reivindicado Manuel Sánchez Monge, quien ha recordado que este año la entidad celebra medio siglo de vida en Cantabria.