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Impulso audaz, respuesta rápida

En el PP de Cantabria, entre los adversarios de Diego e incluso entre los afines, dudan a la hora de interpretar si las maniobras del presidente en estos días convulsos obedecen a una estrategia meditada o responden al impulso de cada momento

Jesús Serrera

Miércoles, 22 de febrero 2017, 07:10

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Ignacio Diego tomó ayer la decisión audaz de postularse para la reelección como presidente del PP de Cantabria sin esperar a que la cúpula nacional de su partido abriese las consultas de los notables del partido en Cantabria para alentar una candidatura única en el congreso del 25 de marzo y recibió apenas una hora después la amonestación contundente y pública de Génova. Diego y Sáenz de Buruaga fueron instruidos el viernes en Madrid para guardar silencio durante el fin de semana y el actual líder aprovechó el sábado para defender ante la militancia una candidatura de integración. Ayer Diego dio un nuevo paso por libre y Génova, siempre tan puntillosa a la hora de preservar su autoridad, entendió que esta vez se había pasado de frenada.

En el PP de Cantabria, entre los adversarios de Diego e incluso entre los afines, dudan a la hora de interpretar si las maniobras del presidente en estos días convulsos obedecen a una estrategia meditada o responden al impulso de cada momento. Si de verdad está dispuesto a dar la batalla congresual frente a la número dos, María José Sáenz de Buruaga, o se conformaría con que los dos pasaran a la historia por la presión de Madrid. En la presentación sin preguntas de ayer, Diego no ayudó a aclarar este y otros extremos del futuro inmediato. Tampoco hizo mucha autocrítica del pasado.

En el plano teórico, Diego, con el anuncio de ayer, intenta situarse en igualdad de condiciones con Sáenz de Buruaga que ya avanzó su candidatura la semana pasada antes del límite del 1 de marzo fijado para este primer trámite del calendario congresual. El presidente relega la idea del candidato interpuesto que ha explorado sin éxito en los últimos días y asume el desafío por sí mismo. Puestos a defender el modelo que ha imperado en los últimos años en el PP de Cantabria, seguramente resulta más creíble y eficaz el original que cualquier copia imperfecta.

El grupo que apoya a Sáenz de Buruaga celebró con alivio la respuesta de Génova al anuncio de Diego. En su opinión, no se trata simplemente de una reprimenda por no haber respetado los tiempos acordados, es una desautorización en toda regla, la advertencia pública de que ha llegado la hora del relevo, pero desde luego no descartan que el presidente y sus más fieles lleven la pugna interna hasta las últimas consecuencias.

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