Marcano exhibe músculo ante 1.800 regionalistas que piden su vuelta a la política

"Por si alguien se lo ha preguntado, no tengo la culpa de lo de ayer", ironizó, acordándose del Congreso del PP y del ya expresidente, su mayor pesadilla, el hombre que llevó ante el juez cada una de las decisiones que tomó en el Gobierno. O quizás sí tuvo algo que ver en la victoria de María José Sáenz de Buruaga por sólo cuatro votos. Al menos eso se desprende de la confesión que hizo después, cuando agradeció a militantes del PP de Torrelavega que retiraran su apoyo a Diego en las primarias por "el daño que me había hecho". "Y tengo testigos de esto", aseguró. Algunos de ellos, como María Ángeles, que el sábado votó en el Congreso popular, acudió ayer a apoyar a Marcano a pesar de no compartir las mismas siglas en el carné.

El exconsejero de Cultura y Turismo y exalcalde de Torrelavega exhibió un músculo impropio de quien lleva dos años apartado dando clases de latín en el instituto. Ni sombra de desgaste o de desconexión con el partido. Congregar a casi dos millares de personas, sobre todo sin mediar una campaña electoral, demuestra una ascendencia en el PRC sólo comparable a la que puede presumir Revilla.

Exonerado de cualquier indicio de malversación en el caso Racing, Marcano fue arropado ayer por el propio presidente de Cantabria, por toda la cúpula del partido y por cientos de militantes en una comida homenaje que abarrotó el edificio de La Lechera de Torrelavega.

El exconsejero, en un discurso más pegado al sentimiento que al análisis político, recordó su "sacrificio y gesto heroico" al renunciar a su acta de diputado y a la posibilidad de repetir como consejero cuando Podemos lo convirtió en su bandera contra la corrupción. El partido de Pablo Iglesias pidió su cabeza como condición para facilitar la investidura del presidente de Cantabria en 2015. Y Marcano se la entregó.

Autobuses cargados

"Lo que no me mata me hace fuerte, y matarme es muy difícil. Hay que tener más fe que yo, o la misma, más entusiasmo que yo, o el mismo, más energía que yo, o la misma", aseguró ante los alcaldes, concejales y afiliados llegados desde todos los puntos de Cantabria.

De Castro Urdiales, por ejemplo, fletaron un autobús entero. "Nunca he visto esto en el PRC, un apoyo tan fuerte. Marcano es una persona que ha marcado una línea en el partido y ha sufrido un trato vejatorio", denunció el pedáneo de Santullán, Julián Revuelta.

Su regreso a la primera línea política se da por hecho y ha sido objeto de multitud de rumores, pero el vicesecretario regionalista y delfín de Revilla siempre ha dicho no tener prisa. De hecho, ya han pasado más de dos meses desde el fallo judicial y no ha habido ninguna noticia en ese sentido.

Tampoco Revilla adelantó ninguna novedad sobre un posible regreso de uno de sus hombres fuertes a la Administración autonómica. Pero sí le ofreció su apoyo incondicional después de la "cacería y la persecución" a la que fue sometido. Y recordó cada uno de los intentos del PP por sentar a Marcano en el banquillo de los acusados: El Soplao, la torre eólica de Valderredible (el Molino de Vestas), el chalé del gorila y el caso Racing. "Javier es uno de los nuestros y está completamente limpio. Me he puesto en su piel desde el primer día y en la angustia a la que ha sido sometido, a llegar a su casa y que los hijos pregunten si es verdad lo que dicen de uno", lamentó el presidente regionalista, quien cree que todo este proceso "ha deteriorado físicamente" a Marcano.

Entre los que ayer reclamaron el regreso del exalcalde de Torrelavega a la política estuvo Castanedo, un veterano afiliado de El Astillero, que lamentó "el trato injusto y horroroso" que ha recibido. También opinó lo mismo Roberto Intxaurraga, de Tanos, que cree que "no ha existido un consejero de Cultura igual y tardará mucho en haberlo". Sobre si debería ser el sucesor de Revilla ya guarda más dudas: "Era su relevo natural, pero no sé... desde luego, sería el ideal".

Otra política

En una entrevista reciente con este periódico, Marcano puso distancia sobre una vuelta inminente a las funciones de gobierno, lo que requeriría una reestructuración del equipo cuando está a punto de llegar el ecuador de la legislatura. "Los acontecimientos que se sucedan no los controlo yo, y tampoco tengo ningún afán en hacerlo. No soy una persona que necesite ni quiera un cargo por un sueldo. Eso te da libertad. El tiempo dirá cómo discurren los acontecimientos", dijo en aquel momento.

Fue el propio Revilla, después de que Podemos se cobrara a su mano derecha como pago por la presidencia, quien aseguró que Marcano volvería y "no como un jefe de gabinete". Pero su futuro cometido en el bipartito, si es que lo hubiera, sigue siendo un misterio. "No hemos hablado de esto ni hemos necesitado hacerlo. Mi prioridad era ser discreto y prudente. Vamos a dejar que transcurran los acontecimientos. Estoy tranquilo, sereno y muy confiado porque siempre he hecho lo que tenía que hacer", dijo hace casi dos meses Marcano. Y ayer tampoco descubrió muchas más cartas.

Marcano se limitó a enumerar los defectos de esa política a la que no quiere pertenecer: "La que busca el mal ajeno, la que se alegra de las desgracias de los demás, la cainita, la de los enemigos, la de los insultos, infamias y calumnias, la que no sabe felicitar al adversario, la que sólo sabe odiar". Todas las virtudes que siempre ha achacado a los modos de Ignacio Diego y su núcleo duro, sobre todo durante la legislatura de su mayoría absoluta, cuando se judicializó la vida política de Cantabria. Una fórmula que la propia exvicepresidenta del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga, ahora su sucesora al frente del Partido Popular, le ha echado en cara.

Marcano, que no se cansó de agradecer uno por uno a todos los que han estado a su lado durante los últimos años, sobre todo a los que siguieron llamándole cuando ya no era consejero, aseguró que "nunca ha hecho nada malo a sabiendas". Ahora sólo queda saber si pisará Peña Herbosa esta legislatura.