Otoño llega «sin señal» de lluvia

Durante el verano ha habido prácticamente ausencia total de lluvia en las comarcas del Ebro entre el uno de julio y el 25 de agosto, si bien en otros puntos de la región, sobre todo en la zona septentrional, se registró «un elevado número de días de precipitación».

La tabla del año hidrológico –que indica el acumulado de agua desde octubre de 2016 a septiembre 2017– revela una media de 806 litros de agua por metro cuadrado, frente a los 1.072 litros por metro cuadrado que se esperaban. El delegado territorial de Aemet, José Luis Arteche, explicó que para octubre, noviembre y diciembre «no existe señal respecto a las precipitaciones, por lo que respecto a la probabilidad de que sean meses húmedos o secos, el modelo estacional apunta a que serán meses normales», aunque puntualiza que posiblemente, en noviembre «llueva más y sea un poco más húmedo». Con respecto a la temperatura, el mapa «se muestra más claro» y se puede afirmar que «el otoño traerá temperaturas cálidas, por encima del promedio».

Si el mapa de las previsiones se cumple, Cantabria continuará en la línea de escasez de lluvia que comenzó el invierno pasado, calificado por Aemet de «seco», que vino seguido por una primavera «muy seca», sobre todo en abril. Se registraron «episodios tormentosos con precipitación concentradas a finales de junio y agosto», mientras que julio fue también un mes «seco».

El balance de Aemet refleja que hemos tenido un verano caluroso, con temperaturas que han alcanzado valores medios, con 18 días de sol y 36 jornadas de cielos cubiertos en Santander, donde la media es de 22 días. «Ha sido un trimestre, de junio a septiembre, muy cálido en la región, pero especialmente nuboso en el litoral y en las zonas cercanas». En Valderredible ha sido «uno de los veranos más calurosos que se recuerdan, con una temperatura máxima obtenida en Polientes el 21 de agosto de 38.3 grados», recordó Arteche.

Respecto a las precipitaciones, los datos recogidos reflejan que «ha llovido lo normal, no mucho», señaló el delegado de Aemet. Junio fue el mes más lluvioso, con 13 tormentas registradas. En concreto en Santander, hubo 15 días de lluvia, tres más que la media de la ciudad; en julio llovió 11 días, medio día por encima del promedio; y en agosto, 12 jornadas de agua, cumpliendo la media histórica habitual.

«Llevábamos veranos más cálidos de lo normal, pero en la serie histórica de esta Cantabria, este verano corresponde a valores normales», indicó Arteche.

El viento ha estado dentro de los valores normales y las tormentas han sido más abundantes en junio, mes en el que se registraron 8.267 descargas, frente a las 13.547 que se produjeron en todo el verano.

Las precipitaciones máximas se registraron en Cubillo del Ebro, el 19 de junio, con 62,2 litros por metro cuadrado; en Soba, el 18 de julio, con 58,8 litros, y en Ramales, el 21 de junio, con 24,4 litros por metro cuadrado.