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Olga Cacicedo atiende a un paciente en su nueva farmacia de las Rozas de Valdearroyo. Javier Cotera

Cantabria estrena 18 farmacias

Cantabria ·

El año pasado se adjudicaron por concurso público 31 licencias de nueva apertura en la región

Laura Fonquernie

Santander

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Lunes, 14 de octubre 2019, 07:08

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Las Rozas de Valdearroyo. «Me lancé a la aventura». La dueña del entrecomillado es Olga Cacicedo, que define así la decisión que tomó en 2015 -como otros 322 aspirantes de diferentes puntos de España- de apuntarse al concurso público cuando salieron 33 licencias de apertura de farmacias en Cantabria. Esta oferta fue, después de 13 años, el primer movimiento en el mapa farmacéutico de la región. Tan solo dos de los destinos, Valdeprado del Río y Pesaguero, quedaron desiertos. La suya es una de las dieciocho que han abierto en lo que va de 2019. Fue el 16 de julio así que, cuatro años después, ya es dueña de una farmacia. «Había trabajado muchos años por cuenta ajena y quería tener farmacia propia» y rural.

Está en el pueblo de Las Rozas, capital de Las Rozas de Valdearroyo, un municipio que nunca había tenido farmacia. Antes, quien necesitase un fármaco, tenía que coger el coche y desplazarse. Ahora ya no. «Los vecinos tenían que ir hasta Reinosa para comprar los medicamentos», explica. Y desde hace dos meses y medio están «encantados». Miguel García es vecino de Las Rozas y admite que «está muy contento». ¿Y por qué este destino? «Vi la oportunidad de tener una farmacia en un pueblo». La farmacéutica conocía la zona, le gustaba y por eso la eligió. Está, además, pegada a una carretera por la que pasan muchos motoristas, lo que también le ayudó a decantarse por este destino y no otro.

Los vecinos no disimulan su sorpresa y reconocen que cuando se enteraron de que abriría allí una farmacia «no nos lo podíamos creer», comenta Antonia Fernández a la salida del establecimiento. Pero es que además, «le da vida al pueblo», añade. Por eso el recibimiento ha sido «genial». Tanto que, a veces, los vecinos se acercan a la farmacia únicamente para visitarla, saludar o preguntar qué tal va el día.

«A veces, en un entorno rural, la farmacia es la única referencia sanitaria. Aquí estoy encantada» »

Olga Cacicedo | Farmacéutica

Algunos van más allá e incluso le llevan regalos como tomates, fruta o mermelada. «Aquí hay muchos árboles frutales, setas o la gente planta huertas» y se lo ofrecen a menudo. O incluso entran a preguntar cosas «que no tienen que ver directamente con la farmacia». Y es que, en un entorno rural, en muchas ocasiones, la farmacia se convierte en la única «referencia sanitaria» para los vecinos.

Las dificultades llegan cuando alguien pide determinados productos de parafarmacia. Aunque ella intenta tener a disposición del municipio todo lo que puedan necesitar, no siempre es sencillo. Además, el coste de traerlos, inevitablemente, se multiplica, «es difícil tener algunas cosas y hacerlo con un precio competitivo». Pero, después de haber trabajado en Palencia durante 13 años -donde sigue viviendo su familia- y en Santander, Olga reconoce que con este nuevo comienzo ha ganado en calidad de vida. «Es un sitio tranquilo y estoy encantada. A nivel humano es genial». Resume estar allí con tres palabras: «Es una pasada».

La farmacia está en un edificio de piedra justo al lado de las vías del tren. «Por aquí pasaba el ferrocarril de La Robla», explica. El espacio era un almacén de la estación del tren y tuvo que reformarlo. Ahora el piso de arriba esconde una pequeña vivienda. El sitio donde está situado no es accidental, está enfrente del consultorio médico. Así quienes salen de la consulta con la receta en la mano tienen a unos metros la farmacia donde comprar el medicamento. El alcalde del municipio, Raúl Calderón, también destaca este aspecto. Eso y que, además, la farmacia está «geográficamente situada en el centro del municipio». Por eso anima a los vecinos a acercarse y espera que el trabajo continúe después del verano y «tengamos farmacia durante mucho tiempo».

«Elegí Noja por la calidad de vida. El verano ha sido ajetreado, pasamos de dos a cinco trabajadores

Luis Evelio | Farmacéutico

Nueva farmacia en Noja

Luis Evelio es de un pueblo de Burgos y también uno de los farmacéuticos que este verano ha abierto una farmacia en Cantabria. Él lo hizo en Noja el 18 de junio. Se decantó por este destino por «la cercanía y la calidad de vida». Antes trabajaba en una zona rural y ahora en uno de los municipios de España donde más aumenta la población en verano, se multiplica por 32. Es decir, durante la época estival, Noja pasa de 2.500 habitantes a 80.000. Por eso Evelio solo tiene una palabra para definir cómo ha sido el verano: «ajetreado».

Lo que más echa de menos del entorno en el que trabajaba antes, es el tiempo que podía dedicar a cada persona que cruzaba la puerta de su farmacia para comprar algún medicamento o hacer una consulta. Durante estos meses «todo ha sido más rápido», ha habido más movimiento, más gente entrando y saliendo de su farmacia. Tanto que, durante el verano tuvieron que ampliar el personal. «Pasamos de dos a cinco trabajadores», comenta. Ahora, una vez que el verano ha finalizado, ya no hará falta multiplicar el personal y volverá a ser el de antes.

Eso sí, este trasiego de gente ha hecho que durante los apenas tres meses y medio que lleva abierto, el perfil de personas que Evelio ha atendido haya sido «más variado» que en el entorno rural. El farmacéutico insiste también en que ha ganado «calidad de vida» porque ahora tiene el trabajo más cerca de casa. «Llego en dos minutos» mientras que antes le resultaba inevitable tener que utilizar el coche.

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