La caída de contagios deja sólo 21 positivos nuevos en Cantabria, la cifra más baja de la cuarta ola

Que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, avanzara el viernes por la tarde el descenso de Cantabria al nivel 2 de riesgo (medio) sin haberse cerrado aún los datos del día ya era señal de que la cosa iba bien. Y hoy, el balance diario de la pandemia confirmaba la decisiva caída de los contagios. Sólo se diagnosticaron 21 positivos en 24 horas, la cifra más baja de la cuarta ola. Aunque si se revisa el histórico, no hay muchos días en los últimos diez meses en los que los laboratorios de Microbiología hayan confirmado tan pocos casos. Las dos fechas que más se acercan –los 16 del 21 de marzo, en plena transición entre la tercera y la cuarta ola; y los 30 del pasado 9 de mayo– coincidieron en domingo, cuando el recuento está más condicionado por el descenso de pruebas realizadas el fin de semana.

Así las cosas, a la espera del impacto que el levantamiento del estado de alarma y la flexibilización de las medidas sanitarias puedan tener en la evolución del covid, al tiempo que avanza la campaña de vacunación –ya con un 40,7% de la población mayor de 16 años con al menos una dosis–, lo peor de la cuarta ola ya pasó. La región se mueve ahora en una incidencia acumulada a 14 días de 145 casos por cada 100.000 habitantes, al nivel de comienzos de abril, y la de 7 se queda en 54. Incluso la presión en los hospitales, donde las consecuencias de la subida de contagios llega con algo más de retardo (de una a dos semanas después del pico de la curva), también ha empezado a mejorar.

Al cierre del viernes, había 86 ingresados, nueve menos que el día anterior, incluidos los 21 pacientes que siguen peleando contra las complicaciones del virus en una cama de Cuidados Intensivos, conectados a un respirador mientras sus pulmones se reponen de la infección. 64 de ellos están en Valdecilla, 13 en el hospital de Sierrallana, 9 en Laredo, mientras que el hospital de Tres mares de Reinosa no tiene ningún paciente covid

Aunque en la UCI consta un ingreso nuevo, respecto a los datos del jueves, hay que tener en cuenta también que se sigue atendiendo a otros pacientes en situación crítica por las secuelas del covid que ya dan negativo en los test. Y en ese caso, hay al menos otras dos personas, siendo una de ellas –un hombre de 68 años– la que protagoniza la mayor estancia en UCI de toda la pandemia en Cantabria: más de tres meses y medio.

El efecto de la vacunación, que empezó cubriendo a la población más longeva y después a las siguientes generaciones, ha hecho que la edad media de los hospitalizados baje respecto a las olas anteriores, siendo el grupo de 50 a 60 años el que registra más ingresos. También ha frenado de forma espectacular el volumen de fallecimientos. No obstante, el coronavirus se sigue cobrando vidas. Después de una semana sin engrosar el recuento de víctimas , se notificó la muerte de un varón de 86 años, que se convierte en la número 565.

Los positivos acumulados desde que se inició la pandemia alcanzan ya los 30.873, aunque en estos momentos están contagiados 2.228, según las cifras de Sanidad. De todos ellos, 2.142 pasan la enfermedad en casa, guardando la obligada cuarentena, mientras que 86 han necesitado el ingreso en un hospital (21 en la UCI). Estos números hacen descender la ocupación hospitalaria al 6,3 por ciento y la de la UCI llega al 18%.

El consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Miguel Rodríguez, ha apostado por flexibilizar las medidas restrictivas frente al covid «lentamente», porque «no podemos pasar de cero a cien en dos segundos».

Así ha respondido a preguntas de la prensa sobre el recurso que han presentado los hosteleros en el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) contra la norma que les obliga a cerrar a las 22.30 como hora límite, y ante la que la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha dado al Gobierno de plazo para responder hasta este lunes a las 9.00 horas.

Rodríguez ha indicado que el Ejecutivo aún no ha respondido porque está preparando la argumentación que, por otra parte, «es muy sencilla» y se basa en que «el virus sigue estando ahí y por tanto tenemos que ir normalizando la vida de los ciudadanos pero lentamente«, ha dicho.

«Se nos ha olvidado ya que hace un año, en marzo de 2020, en Italia los profesionales tuvieron que decidir a quién ponían un respirador y a quién no por el nivel de epidemia que tenían, y volvió a pasar en Madrid», ha recordado.

Por ello, ha apostado por «coger las cosas lentamente, que tenemos tiempo para volver a la normalidad». «No podemos pasar de cero a cien en dos segundos porque no podemos saber las consecuencias que podría tener», ha sentenciado el consejero, que ha hecho estas declaraciones este sábado en Torrelavega, donde ha asistido a un acto de celebración del Día Internacional de la Enfermería.