Un combo de viento cruzado, turbulencias y cizalladura complica la actividad en el Seve Ballesteros

Los problemas comenzaron anoche con el vuelo (FR2593) que cubría la ruta Málaga-Santander. Eran las 19.26 horas y soplaba viento. El piloto de Ryanair hizo diferentes esperas para ver si las rachas amainaban, incluso intentó una aproximación, pero resultó imposible tomar tierra y finalmente se desvió a Madrid. Los pasajeros tuvieron que ser trasladados en autobús hasta Santander, a la que han llegado sobre las cinco de esta madrugada.

Ese fuerte viento, que ha registrado ya este martes en el aeropuerto rachas superiores a los 90 kilómetros por hora, sigue dejando problemas este martes en el Seve con todos los aviones de la mañana desviados: el Vueling de Barcelona, el Iberia Madrid-Santander, el Ryanair que venía desde Marrakech y los procedentes de Granada y Londres.

Entre los pasajeros del VY1590 procedente de Barcelona viajaba una adolescente cántabra, su primera experiencia en avión sola, que se quedó dormida y cuando abrió los ojos se percató de que estaba en Bilbao y no en Santander. Se llevó un pequeño susto, además de la preocupación por no llegar hoy al examen que tenía previsto en el instituto. Sus padres han decidido no ir a buscarla a Bilbao porque en el aeropuerto han reaccionado con muchísima celeridad. Han juntado a todo el pasaje en una sala y les han informado de que serán trasladados a Santander en los próximos minutos en autobús.

Lo mismo sucederá con los pasajeros que esperaban en el Seve Ballesteros para embarcar rumbo a Barcelona, serán trasladados en autobús hasta el aeropuerto de Bilbao.

Por su parte, el Iberia 489 Madrid-Santander despegó a primera hora de la mañana pero con las mismas tuvo que dar la vuelta ante el aviso de fuertes rachas de viento cruzado y turbulencias en la capital cántabra. Como al resto, los pasajeros afectados viajan por carretera.

El avión de Ryanair FR1352 Marrakech-Santander también ha dado la vuelta a medio camino y ha aterrizado en Madrid. Los afectados serñan trasladados hasta Cantabria en autobús y los que tenían previsto volar a Marruecos tendrán que esperar a que se programe otro vuelo a lo largo del día, probablemente ya por la tarde, cuando se desactive el aviso por viento.

Otro de los vuelos frustrados ha sido el Volotea procedente de Granada, que se ha atrevido a hacer una aproximación a Santander, pero ante la imposibilidad de aterrizar finalmente ha puesto rumbo al aeropuerto Ranón, en Asturias. Después de aparecer el desvío en las pantallas del Seve, otro vuelo, el Ryanair de Londres, tras varias esperas, se ha desviado a Madrid.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene activo el aviso amarillo por fuerte viento hasta aproximadamente las tres de la tarde, por lo que será complicado ver aterrizar o despegar algún vuelo en Santander. Sobre todo por esos tres factores que se dan hoy la mano: viento del sur cruzado, turbulencias y cizalladura. «Este martes estaban tan claras las malas condiciones, que los aviones ni se han acercado», apunta el delegado territorial, Sergio Fernández. Durante las próximas horas la situación será similar o peor, «se podrán alcanzar los 100 kilómetros por hora en el Seve Ballesteros».

Los aviones tiene que aterrizar y despegar con viento de cara, por lo que cuando sopla cruzado, la actividad en los aeropuertos se complica, como está ocurriendo hoy en Santander. Fernández explica que el viento de componente marítimo, el que procede del norte, trae un flujo laminar que no provoca turbulencias, «pero cuando es sur, tiene que cruzar la cordillera cantábrica, se desvía por Peña Cabarga perturbando ese flujo y llega turbulento al aeropuerto». Por si fuera poco, «hoy además el viento sopla más intenso en zonas altas que en superficie».

Los registros de este martes recogen rachas superiores a los 120 kilómetros por hora en zonas altas de montaña. Por ejemplo, en Cabaña Verónica se dan 136 km/h y en Fuente Dé, en la parte alta, a 1.900 metros, el viento sopla a 161 kilómetros por hora.