Tampoco ha podido aclarar este extremo el conductor del Kia Sportage, un varón de 37 años e iniciales V. J., que dio negativo tanto en el control de alcoholemia que realizó la policía municipal como en el test de drogas que hizo una patrulla de la Guardia Civil desplazada hasta el lugar, ya que en su primera declaración se encontraba en 'shock' y apenas dio explicaciones. «Ha contado que salió de casa, cogió el coche y ya lo único que se acuerda es que colisionó contra una farola y le saltó el airbag. No se acuerda de nada más», apuntan fuentes policiales.
En las próximas horas, este hombre, que se encuentra en libertad, volverá a contar su versión de los hechos. Desde la Policía Local esperan que pasado el trauma de los primeros momentos, el conductor pueda aportar datos relevantes.
Con independencia de la nueva información que pueda facilitar, ahora los agentes se están esforzando en localizar a testigos «con información relevante que no esté basada en rumores y especulaciones». También está previsto hablar con los dos heridos, que ya están en sus casas -uno de ellos fue atendido en el mismo lugar del suceso y el otro recibió el alta a las pocas horas-, aunque en un primer momento manifestaron que apenas se habían dado cuenta de lo ocurrido y que cuando quisieron darse cuenta ya se encontraban en el suelo.
Lo que resultará muy difícil es averiguar la velocidad a la que circulaba el vehículo, ya que el conductor ni siquiera tuvo tiempo de frenar -de ahí la brutalidad del impacto- y por eso no quedaron marcas de frenada en la carretera. Sin ellas es casi imposible determinar si excedía los límites permitidos.
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