Se eleva a ocho la cifra de muertes por gripe con los tres casos de esta semana
La tasa de incidencia aumenta a 523 contagios por 100.000 habitantes y se espera que «la onda epidémica empiece ya la fase de descenso»
La gripe ha sumado esta semana tres muertes al balance de la temporada, que se eleva así hasta ocho. La consejera de Sanidad, María Luisa Real, avanzó ayer que, «a falta de recabar todos los datos», que siempre se hacen públicos los jueves, puede confirmar estos tres fallecimientos y veinte nuevos ingresos clasificados como graves. «Estas tres defunciones se han registrado en personas mayores de 60 años y que no se habían vacunado, pese a estar incluidos entre la población para el que está recomendada la vacuna», destacó Real. Hasta entonces, la última muerte que había trascendido había sido la de la mujer de 38 años y sin factores de riesgo registrada en el hospital de Sierrallana, un «caso excepcional e inevitable» que la gerente del centro, María Antonia Urbieta, enmarcó en el 2% de fallecimientos que anualmente se producen en España en personas que no contaban en su historial médico con ningún indicador que hiciera sospechar ese desenlace. De hecho, «en Cantabria es la primera vez que ocurre», señaló.
Situación en hospitales
La epidemia de gripe ha seguido en ascenso durante la última semana, llegando la tasa de incidencia hasta los 523 casos por cada 100.000 habitantes (la anterior fue de 485), aunque «crece con menor intensidad», por lo que «previsiblemente la onda empezará en breve la fase de descenso», informó la consejera. Cuando eso ocurra, el virus aún seguirá dando guerra durante tres o cuatro semanas. Sin embargo, pese a que la gripe atraviesa su momento de mayor expansión, y eso se refleja en la afluencia de las urgencias (la mañana del lunes fue «complicada» en Valdecilla) y en los ingresos, «los hospitales están aguantando bastante bien la presión asistencial», subrayó el gerente del SCS, Benigno Caviedes. «Estamos muy contentos, porque este año, a pesar de la epidemia, no ha habido saturación, y se supone que lo peor ya lo estamos pasando. Esto quiere decir que las medidas adoptadas están funcionando», entre las que resalta la ampliación de la hospitalización domiciliaria y el reajuste quirúrgico para potenciar la cirugía mayor ambulatoria (no requiere ingreso).
«Tenemos los hospitales a pleno rendimiento, pero no ha habido falta de camas. De hecho, no hemos tenido pacientes en Urgencias esperando más de 24 horas para subir a planta», añadió Caviedes. Por su parte, Urbieta aprecia un mayor número de ingresos en UCI como consecuencia de la gripe, pero «la presión en hospitalización está siendo menor que el año pasado, especialmente teniendo en cuenta la alta incidencia de la epidemia», la más intensa de los últimos seis años, según Salud Pública.