La epidemia de bronquiolitis causa ocho ingresos diarios de menores de dos años
El segundo pico de la enfermedad, que este año está coincidiendo con la expansión de la gripe, ha disparado la demanda de Urgencias en las últimas semanas
Los servicios de Urgencias y las consultas pediátricas siempre son los primeros en notar el aumento de la demanda invernal, que después tiene su reflejo ... en los adultos. Los pediatras, que llevan más de un mes a pleno rendimiento, saben que aún tienen mucha tarea por delante. Y más en una semana como la que acaba de arrancar, con la vuelta al colegio, después de las vacaciones navideñas; la gripe en plena ebullición, que está azotando especialmente a la población infantil (patrón habitual de la cadena de transmisión), junto a la batería de virus propios de la época... Y uno de los que está dando más guerra es el virus respiratorio sincitial (VRS), causante principal de la epidemia de bronquiolitis (o el asma del bebé) que está generando una media de ocho ingresos diarios de menores de dos años. «Empezamos a registrar los primeros casos en octubre y tuvimos un primer pico en noviembre», señala María Jesús Cabero, coordinadora de Urgencias Pediátricas de Valdecilla. Pero ha sido en las dos últimas semanas cuando «ha resurgido», coincidiendo con la expansión de la gripe, a la que habitualmente precede. «Estamos recibiendo una media de treinta consultas diarias en Urgencias por bronquiolitis».
Daña las ramificaciones más pequeñas de los bronquios, al inflamarse se obstruyen y dificultan el paso del aire
La enfermedad
Esta enfermedad respiratoria daña las ramificaciones más pequeñas de los bronquios (los bronquiolos -de ahí su nombre-), conductos que al inflamarse se obstruyen y dificultan el paso del aire. Es por eso el niño emite un ruido al respirar (sibilancia), señal de que lo que empezó como un cuadro catarral (tos, congestión nasal y fiebre) se ha agravado hasta el punto de precisar asistencia médica. Ayer mismo había ocho niños hospitalizados por esta causa. Y en algunos casos, especialmente de recién nacidos, llegan a requerir atención de cuidados intensivos.
«En las Navidades hemos tenido una gran demanda en Urgencias, aunque no ha sido de los peores años», afirma María Jesús Cabero, de Urgencias Pediátricas
El problema de la bronquiolitis, explica la pediatra para tranquilizar a las familias, es que «no hay un tratamiento efectivo al cien por cien», se aplica soporte respiratorio (oxigenación y nebulización) pero a veces la «recuperación es lenta», de tal forma que cuesta que desaparezca del todo. A lo que se añade otra de las razones que complica la evolución, sobre todo en los niños nacidos de forma prematura o con patología severa, que «puede haber sobreinfecciones posteriores (más de un virus), algo que tiene mucho auge». Aunque el virus respiratorio sincitial es el principal responsable de la epidemia de bronquiolitis entre los más pequeños, tiene varios 'competidores' que, aunque en menor proporción, provocan un cuadro muy similar, como son el rinovirus, el metapneumovirus y el bocavirus.
Treinta urgencias diarias llegan a Valdecilla desde hace semanas a causa de la epidemia de bronquiolitis
Para combatir sus consecuencias, «en los últimos años se ha extendido la terapia de oxígeno de alto flujo, que ha mejorado mucho el pronóstico», sostiene Cabero. «En muchos casos evita que el niño acabe intubado». No obstante, hace hincapié también en las medidas de prevención, principalmente el lavado de manos antes de coger al bebé y evitar el humo del tabaco. Además, «a los niños para los que esta infección conlleva riesgo de muerte o secuelas, como son aquellos con cardiopatías congénitas, prematuros, trasplantados o con enfermedad respiratoria crónica, se les protege con un anticuerpo monoclonal (palivizumab)», señala la pediatra. En Valdecilla se administra a alrededor de medio centenar de casos.
Cabero reconoce que «durante las Navidades hemos tenido una gran demanda de Urgencias» -rozando algún día los 200 casos (cuando la media es de 120). Y, aunque se ha notado el efecto rebote de la falta de pediatras en algunos centros de salud, con bajas y jubilaciones sin recambio, unido a los puentes festivos, «no ha sido de los peores años», recuerda.
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